­Ni el calor que sufrimos estos días puede con ellas. Un grupo de fans del popular cantante malagueño Pablo Alborán esperan desde el pasado jueves 23 el concierto que dará el sábado 1 de agosto en el Estadio Municipal El Pozuelo de Torremolinos. Son dos grupos numerosos; en total son casi 50 chicas las que hacen cola a la espera del concierto.

Todo el que pasa las mira con extrañeza. Ataviadas con sillas de playa y fiambreras para el desayuno pasan el día y la noche. De las 50 que forman los dos grupos, los turnos se suelen hacer de tres o cuatro. Leticia Martínez, Claudia Arreza y Carolina Castillo están de guardia y repasan sus libretas. No son los apuntes de la universidad o el instituto lo que ojean. Es precisamente quién les tiene que hacer el relevo lo que miran. Algunas, como el caso de Leticia, ya han hecho cuatro o cinco turnos, incluidas tres noches. Hacen tres cambios al día

«Algunas del grupo no van a hacer guardia porque viven fuera o trabajan, pero nos tenemos que cubrir por ver a Pablo», asegura Leticia. Que por otra parte es la mayor del grupo, treinta años, y asegura no tener problemas con la familia por pasarse varios días haciendo cola al vivir de manera independiente. Pero Claudia y Carolina sí se tuvieron que ver cómo sus padres las llamaban «loca», en el caso de Claudia, y que estaba «mal de la cabeza» en el caso de Carolina. «Pero tenemos que ver a Pablo lo más cerca posible, es lo que hace que estemos tantos día esperando».

Ya les queda menos, en cinco días hasta el sábado podrán ver de nuevo a Pablo Alborán. Y ya miran al fondo de la calle, que viene su compañera Irene para hacer el siguiente turno y hacerles el relevo de la mañana.