­Son más de seis años de obras y tímidos intentos de apertura. Pero la larga espera parece que ve la luz al final del túnel. La delegada de Turismo y Cultura de la Junta, Monsalud Bautista, así lo deslizó en el día de ayer en los micrófonos de Onda Cero. Allí aseguró que el futuro Museo de Málaga, situado en el palacio de la Aduana, abrirá sus puertas el próximo mes de enero del año 2016. En declaraciones a La Opinión de Málaga, Bautista matizó que no se trata de una «fecha oficial».

«Sólo que entre los empleados de la delegación tienen la percepción de que puede ser en los primeros meses de 2016, pero no podemos confirmar una fecha oficial», afirmó la nueva delegada del ramo que sólo lleva dos semanas en el cargo.

En 2012 ya se barajaba que en verano del ese año, y tas innumerables retrasos, se procedería a su apertura oficial. Pero si ya en ese año las obras no iban acorde a las fechas fijadas, en agosto de 2015 el retraso es aún mayor. La fecha de inauguración no es oficial, aunque después de casi siete años con andamios y lonas cubriendo su estructura parece que se va despejando su camino al igual que se despejó su fachada de las lonas.

El estudio de arquitectos formado por Ángel Pérez Mora, Fernando Pardo Calvo y Bernardo García Tapia ha sido el encargado de realizar el proyecto y dirigir la obra tenía como objetivo recuperar la imagen original del edificio hasta 1922, cuando un incendio acabó con el tejado a dos aguas. Uno de los cometidos de las obras que ya está finalizado.

Los retrasos en las obras se produjeron por el hallazgo de restos arqueológicos durante la ejecución de los trabajos. En concreto fue un tramo de muralla del antiguo puerto de Málaga, de origen fenicio y con sucesivas capas añadidas romanas y nazarí, que es la parte mejor conservada y más visible. Según apuntaron en su momento fuentes de la construcción, se trataba de una continuación de la muralla recuperada bajo la actual sede del Rectorado de la UMA en el Parque. Su aparición obligó a realizar una catas especiales durante dos meses, que alteraron el cronograma de las obras con su consiguiente retraso.

El edificio, situado bajo las faldas del monte de Gibralfaro, fue usado por el Gobierno de la nación como sede de su Subdelegación en la provincia durante más de treinta años hasta el año 2009. En dicho año se iniciaron las obras de rehabilitación para ubicar en él el Museo de Málaga. Dicho museo albergaría las colecciones de los Museo de Bellas Artes y Arqueológico malacitanos.