Considerado como el creador de los efectos especiales para la gran pantalla, el cineasta francés, Georges Méliès es mucho más que el primer mago de la imagen en movimiento, también supo cautivar al público de los primeros años del siglo XX y convencer a todos de que el cine era un maravilloso invento para contar todo tipo de historias. La importancia de este pionero del séptimo arte es la base de la exposición Empieza el espectáculo. Georges Méliès y el cine de 1900, que se podrá visitar gratuitamente hasta el próximo 19 de noviembre en la Plaza de la Marina.

La muestra, organizado la Obra Social La Caixa, con la participación de La Cinémathèque Française, recorre el nacimiento del séptimo arte como fenómeno popular y la importancia que esa repercusión tuvo en Méliès. En un espacio de 200 metros cuadros, el recorrido incluye reproducciones de aparatos, maquetas, objetos de época y copias de fotografías, además de la proyección de varios filmes.

Ocupa un lugar importante, también, su cinta Le voyage dans la Lune (Viaje a la luna), estrenada en 1902 y que supuso su consagración absoluta al representar el triunfo del cine narrativo, convirtiéndose en una de las películas más importantes de la historia del cine. Méliès fue dibujante, mago, director de teatro, actor, decorador y técnico, pero también productor, realizador y distribuidor de más de 500 películas entre 1896 y 1912. Como genio de los efectos especiales, aplicó al cine trucos de magia y la técnica de la linterna mágica, entre otros, llegando a ser un virtuoso de la técnica.

Pero, si algo aportó al cine este genio, fue que supo entender a la gente y a los gustos de su tiempo. Con creatividad y astucia, dio forma al espectáculo cinematográfico tal y como lo entendemos hoy. Aunque vivió unos cuantos años dorados, pues durante casi veinte años reinó en el mundo del género fantástico, la expansión de la industria y la aparición de grandes empresas como Pathé y Gaumont, provocaron que Méliès cayera en el olvido y en la ruina económica, hasta el punto de acabar destruyendo los negativos de sus propias películas.