Durante el verano y otoño de 1906 dos espíritus independientes, Picasso y Paula Modershon Becker, experimentan paralelamente en la misma dirección buscando una nueva sencillez para sus retratos. Éste el inicio de Picasso.Registros alemanes, que promete un singular viaje artístico de Berlín a París sin salir del Museo Picasso Málaga.

La relación entre Picasso y el arte alemán -recordemos: Alemania fue el primer país que compró y coleccionó cubismo- había recibido escasa atención hasta ahora. Aunque es cierto que el artista jamás viajó a este país, parece que fueron muchas las ilustraciones catálogos o postales que le acercaron al Renacimiento germano. Y, a pesar de que no pueda hablarse de una influencia explícita del artista malagueño en el país germano y viceversa, la muestra inaugurada en el Palacio de Buenavista propone un diálogo revelador entre diecisiete artistas clásicos modernos y tres maestros alemanes. Otto Dix, August Macke, Heinrich Campendock, Franz Radziwill, Max Beckmann, George Grosz o Emil Nolde son algunos de ellos.

El recorrido de la muestra, que podrá ser visitada hasta el próximo 21 de febrero, transcurre a modo de pasaje, por veintidós ámbitos complementarios, combinándose en cada uno de ellos obras de Picasso y de otros artistas germanos, así como el interés del malagueño por los maestros alemanes del siglo XVI, junto con documentación gráfica, fotografías libros y otros materiales que contextualizan en tiempo y espacio.

Según su comisario y director artístico del museo, José Lebrero Stals, la muestra defiende que «la influencia de Picasso en estos artistas alemanes fue relativa, quizás fue de algún modo, metafóricamente, un enemigo a batir, una figura y una obra muy poderosa, sobre todo la cubista, y una referencia peligrosa por su potencia y su capacidad». De otro lado, a Picasso no le interesaron demasiado estos creadores, «porque estaba ocupado en sus cuestiones y había además una diferencia generacional», según Lebrero. Eso sí, uno de los documentos de la muestra reúne pensamientos del genio malagueño tan reveladores como éste que hizo un amigo en una carta: «Si tuviera un hijo, no lo mandaría a estudiar a París, sino a Múnich».

Cuáles eran los vínculos, divergencias, reacciones, antagonismos y afinidades entre la obra de Picasso y la nueva pintura moderna alemana constituye el principal objetivo de la tercera exposición del museo en lo que va de año.

En los primeros años del siglo XX, un grupo de artistas creó en Dresde el grupo Die Brücke (El Puente), después del «cortocircuito cultural» que les produjo una visita al Museo Etnográfico, parecido al que Picasso sintió al conocer la escultura africana en el Trocadero de París, y que le llevó a reunir una importante colección de estas piezas, algunas de las cuales se muestran ahora en Málaga. «La potencia estética destructiva de Picasso aparece contrastada conceptual y formalmente con la idea esencial que motiva a los alemanes seleccionados para esta exposición: servirse de la imagen figurativa para expresar un sentimiento de rechazo cultural a un orden que ya no respetan», explica el comisario.

Los paralelismos se observan además en el cambio del concepto tradicional del retrato, cuando el estudio del artista se hace público, o en el interés por las pequeñas historias y narraciones anónimas, que pone el foco en las comunidades gitanas en el caso de Otto Mueller o en los saltimbanquis en el caso de Picasso, sostiene el comisario.

Este singular recorrido concluye con la exposición internacional Documenta 1 en la ciudad alemana de Kassel en 1955, cuando la Alemania Federal intentaba regresar a la normalidad en plena guerra fría y puso en valor lo que el nazismo había calificado como «arte degenerado».

El museo ha organizado un ciclo de conferencias los días 20 y 21 de octubre, en que se darán cita reconocidos profesionales de museos alemanes e instituciones francesas, como Dirk Luckow, Peter-Klaus Schuster, Eugen Blume o Béatrice Joyeaux-Prunel. Se trata de reflexionar, por ejemplo, sobre la manera en la que el pintor pudo influenciar en el arte de sus coétaneos.

Además, ha organizado varias actividades culturales durante todo el fin de semana del 24 y 25 de octubre, con recorridos por la Málaga alemana, talleres para adultos y la comunidad escolar o ciclos musicales y literarios.