­La actriz Belén Cuesta recibió ayer el Premio La Luz del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en reconocimiento a su pujante trayectoria profesional. Nacida en Sevilla y criada en Fuengirola, se formó como intérprete en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, además de recibir clases de interpretación en otras escuelas o disciplinas. Aunque es mayoritariamente conocida como actriz teatral, ha participado tanto en producciones cinematográficas, televisivas e incluso anuncios de televisión. Está a punto de estrenar el taquillazo de la temporada, la continuación de Ocho apellidos vascos: la intérprete espera un gran éxito de Ocho apellidos catalanes, película que ha sido «una experiencia tan divertida a la hora de rodar».

Pero Cuesta es realista, a pesar del éxito. « Todos los actores han pensado alguna vez en tirar la toalla. Animo a los que empiezan ahora en esa profesión a trabajar y esperar pacientemente su oportunidad». Su oportunidad llegó con la comedia, y eso que, al parecer, no era su fuerte: «Siempre me he considerado una actriz dramática, e incluso cuando estudié en Málaga era como me sentía mas cómoda, pero se ve que la comedia también se me daba bien y me han dejado trabajar más en comedia».