Les unen la amistad y admiración que ambos sienten el uno por el otro, y sobre todo, el amor hacia Málaga. Ahora también comparten un retrato: Hasta siempre. Betty Missiego se baja de los escenarios y el pintor antequerano Antonio Montiel ha querido homenajearla pintando el cartel de presentación de su último concierto, que tiene fecha y lugar: el 2 de diciembre en el Teatro Cervantes de la capital.

Su segundo puesto como representante española en el Festival de Eurovisión de 1979 la consagró como una de las cantantes hispanas más populares y queridas del mundo. Betty siempre ha cantado «porque necesitaba transmitir lo que sentía» y ese sentimiento quedó patente ayer, cuando numerosos amigos y seguidores la acompañaron en el acto de presentación del cartel, de la mano del pintor y de su esposo y compositor, Fernando Moreno.

Betty quería disfrutar del cariño de su público y se retira con orgullo después de haberlo conseguido durante los casi 50 años de carrera artística. «En Málaga he encontrado lo que yo esperaba para cuando fuese mayor: la paz, la tranquilidad y el amor. Lo que muchos artistas reciben después de muertos, yo lo tengo en vida gracias a mis amigos. Lo estoy disfrutando y lo seguiré haciendo», decía emocionada.

Conocido como el pintor que plasma el alma, de nuevo Montiel ha sabido captar la esencia. Retrató a la reina Doña Sofía, a Marisol -su musa por excelencia- e incluso a Fidel Castro. Pero, después de muchos trabajos, «ha llegado una artista muy esperada: Betty tiene mucha elegancia y eso había que reflejarlo».

Missiego Ha recorrido el mundo con sus 22 trabajos discográficos y ha recibido numerosos reconocimientos y distinciones como el Premio Ranking Internacional. Entre sus mayores triunfos se encuentra una semana de actuaciones en el templo de la música francesa, el famoso Olympia de París. Pero ella dice: «Llegué sin ruidos y me voy sin ruidos». Y lo hará desde su ciudad de adopción: «En los años que he vivido y vivo , en esta hermosa tierra [Benalmádena], sus gentes han contribuido a que nuevamente me sintiera mujer, madre y otra vez artista». Dice encontrarse feliz porque se retira «con todas las fuerzas, con la voz y un poquito de figura», bromeó.

La interprete de Su canción dirá adiós en el Cervantes con un repaso a toda su trayectoria. Rememorará su repertorio más folk, con títulos como La pampa y la puna, Huapango torero o Alfonsina y el mar, y sus incursiones en la canción melódica con temas como Tú me preguntaste, Un ramito de violetas, La cita, Y serás mujer o My way.

El postrero llegará el 8 de marzo del próximo año en su Lima natal, en una actuación que servirá de homenaje a Chabuca Granada en una jornada que es Día Internacional de la Mujer y fecha de su fallecimiento. Su compatriota Chabuca, una de las más grandes de la canción latinoamericana, conocía de pequeña a Betty. La llamaba «María Sueños» y le hizo un vals en su honor, rememora estos días la peruana, a quien también colmaron de elogios intérpretes como Lucho Gatica o Pedro Vargas.

Las entradas de su último recital en España -aunque la cantante ha dejado la puerta abierta a futuras actuaciones pero, eso sí, de carácter benéfico- están ya disponibles entre 6 y 20 euros.