Después de más de 20 años en el carnaval, ¿qué significa para usted ser elegido pregonero?

Aunque mi comparsa acaba de cumplir veinte años yo en el carnaval llevo 32. El ser elegido pregonero de mi fiesta es el mejor premio que he podido recibir. Mi comparsa ha recibido muchos galardones a lo largo de estos años, todos ellos son como agrupación y aunque me hayan nombrado a mí como pregonero, de una manera u otra este honor es también de ellos.

¿Cómo recibió la noticia?

Fue una tarde de verano en la que pensé que sería una cita más con el presidente de la Fundación, sin embargo no fue así y Rafael Acejo me dio una de las grandes sorpresas de mi vida carnavalera. No puedo describir lo que sentí, lloré como un niño. Para cualquier carnavalero pregonar su fiesta es un sueño hecho realidad.

Desde el año 94 participa en el Coac con una comparsa que ha conseguido siete primeros premios. ¿Cuál cree que ha sido la clave de este éxito?

La constancia, el trabajo y la pasión que le ponemos a cada comparsa que hacemos. Otra de las claves de nuestro éxito es que somos los mismos, la base de la comparsa es prácticamente la misma que hace 20 años. La unión y la amistad es lo que te hace ser fuerte y eso es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí después de tantos años y ganar todos esos premios.

Ha sido letrista, guitarra, voz, músico y director. ¿Qué le resulta más complicado?

Intentar año tras año hacer músicas nuevas sin que se parezcan a otras composiciones tuyas o de cualquier autor es muy complicado. Sin duda alguna ser letrista es la labor más difícil a la cual me he enfrentado jamás.

Pero su sello en el Carnaval es su voz...

Sí, eso parece. Mi descubridor como cantante y como contralto fue sin duda José del Castillo, Chiqui, fue él quien me dio el empujón a la primera fila y me dio la confianza que necesitaba para poder expresar con mi voz todo lo que sentía. Por eso Chiqui para mí es mi padre carnavalero. Cuando canto pongo el alma y a lo mejor es por eso que le gusta a la gente.

Pero además de su voz la chulería también ha sido su sambenito en el carnaval, ¿no es así?

Cuando te subes a un escenario tienes que creértelo y debes de vender lo que cantas y expresarlo de la mejor manera que uno sabe, a lo mejor peco de parecer chulo encima de un escenario, pero es así como lo siento y como lo vivo, no fuerzo nunca mis expresiones, es que me salen del alma y no es chulería, es sentir la música y lo que estás cantando, cuando me bajo de un escenario soy el hombre más humilde del mundo y eso lo saben los que me conocen.

¿Qué momento es el que más disfruta del carnaval?

Cuando se levanta el telón y ves el teatro el día de la final. Y aunque algunos no lo crean también disfruto mucho del carnaval de calle, cantar en una esquina rodeado de tanta gente te ofrece una sensación que no te la da el teatro. Que la gente se tire a la calle para escucharte es el mejor premio que uno se puede llevar a casa.

Por fin los carnavaleros pregonáis vuestra fiesta, algo que ha cantado en algún que otro pasodoble. ¿Podemos decir que más vale tarde que nunca?

Por supuesto, nuestro carnaval ya es adulto. Años atrás era razonable que para darle propaganda y publicidad vinieran famosos que daban pregones que casi siempre escribían carnavaleros, porque esos pregoneros lo único que tenían eran el nombre, no tenían ni idea de lo que es Málaga y mucho menos el carnaval. Que el pregón lo dé un carnavalero es síntoma inequívoco de que la fiesta ha madurado y son sus actores los que deben tener el honor de pregonarla.

¿Como será su pregón?

No puedo revelar nada, lo que sí puedo decir es que no será un pregón al uso y que va a sorprender. Invito a Málaga entera a que lo vea y lo escuche pues no dejará indiferente a nadie, o eso espero.

¿Qué papel tendrá su comparsa?

Ellos serán partícipes también del pregón, sin ellos yo no sería pregonero, arroparán cada gesto, cada copla y cada palabra que yo diga.

¿El ser pregonero le da la gasolina suficiente para seguir durante muchos años más?

No lo sé, este año iba a descansar, y ya me ve, vuelvo a estar totalmente involucrado. El ser pregonero ha supuesto no parar: componer, crear un personaje, sacar músicas... Es un proceso de creación y trabajo muy duro. Quiero hacer algo original, diferente y que todo el mundo recuerde y para ello se necesita mucha dedicación. Mi cabeza dice que siga pero mi cuerpo que pare. Continuar o no también tendrá que ver con algunas cosas que deben de cambiar dentro del carnaval y eso no está en mi mano. Si eso ocurre, que nadie dude que volveré.