El Centro de Arte de la Tauromaquia (CAT) ya cuenta con un nuevo contrato, que fue firmado el pasado miércoles después de que el coleccionista Juan Barco hiciera efectivo en la Diputación, propietaria del edificio de la plaza del Siglo, el aval exigido de 153.750 euros.

Tras ser requeridos los documentos obligatorios para formalizar el contrato y el depósito de la garantía, el coleccionista solicitó una ampliación del plazo para poder formalizar este aval, que finalmente se ha realizado mediante la aportación de cheques bancarios.

El anterior contrato, subscrito con el ya desaparecido Patronato de Turismo de la Costa del Sol y para el que se solicitó un aval de 3.333 euros, estuvo rodeado de polémica y fue denunciado por los grupos de la oposición en la Diputación, que criticaron que se hubiera entregado el edificio a coste cero. El nuevo documento incluye importantes novedades tras el reconocimiento por parte de la nueva propiedad de que para la apertura del centro el arrendatario invirtió 482.000 euros para acometer obras de mejora.

En este sentido, la Diputación reconoce que Barco tendría derecho a recuperar este importe en caso de rescisión del contrato. No obstante, si el ente supramunicipal decide incumplir el acuerdo por razones de interés público, no daría lugar a ningún otro tipo de indemnización. En el contrato anterior se fijaba un equilibrio entre las partes por el que cada una de ellas debería abonar un millón de euros en caso de no llegar a la finalización de la relación contractual, que se sigue manteniendo en los veinte años.

Otra de las novedades que aporta el nuevo pliego es la fijación de un canon anual de 51.250 euros; mientras que con anterioridad la Diputación sólo recibiría dinero con un porcentaje de las entradas vendidas si se superaban los 80.000 visitantes anuales. Además, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del edificio será abonado a partir de ahora por Juan Barco; mientras que con anterioridad se hacía cargo del mismo la propiedad. El importe de este impuesto se sitúa en torno a los 7.000 euros anuales.

Uno de los aspectos que más controversia generó fue el relacionado con la explotación de un restaurante con terraza en la última planta, así como una tienda en el bajo, para la que se había realizado una subcontrata que hasta ahora ha llevado a cabo el grupo La Reserva y Toroshopping. A partir de este momento se sigue autorizando la explotación de estos espacios para estos usos, así como para conferencias, exposiciones o presentaciones, pero no la cesión a terceros, por lo que tendrá que ser el propio Juan Barco quien facture a través de la Sociedad Limitada Unipersonal que lleva su nombre y para cuya actividad ya ha dado de alta. En caso de querer dar en el futuro algún nuevo uso al edificio, deberá solicitar una autorización a la Diputación.

Además, el concesionario deberá con este nuevo contrato hacer frente al pago del seguro del inmueble, hasta ahora abonado por la propiedad, complementario del que ya disponía sobre las obras de arte expuestas en el CAT. La cobertura se ha ampliado hasta los 6 millones de euros y Juan Barco ya figura como tomador de la póliza.

Finalmente, el coleccionista renuncia a cualquier tipo de subvención a la que pudiera optar por parte de la Diputación.