Los amantes del arte jondo tienen una nueva cita con el ciclo Flamenco en el Picasso, que se celebrará los días 11 y 12 de diciembre en el auditorio de la pinacoteca y en el que, además de cante y baile, tendrá lugar una mesa redonda para reflexionar sobre la oferta y la demanda de flamenco en la ciudad.

Esta edición tendrá como protagonistas a la bailaora María Pagés, que volverá a Málaga (día 11) con su espectáculo Poesía, lleno de fuerza y lírica, y a las mujeres de la familia Montoya, que rendirán tributo al recientemente fallecido Manuel Molina con el espectáculo Cabalgando (día 12), basando en sus propias canciones. La primera de las dos jornadas también se celebrará la mesa redonda ¿No hay flamenco en Málaga?, que reflexionará sobre la presencia de este arte en la ciudad y qué se puede hacer para satisfacer la demanda existente.

En esta mesa, moderada por José Lebrero Stals, director artístico del Museo Picasso, colaborarán el presidente de la Fundación SGAE, Manuel Aguilar; la directora del Instituto Andaluz del Flamenco, María Ángeles Carrasco; el director de la Escuela de copla de la FEMAPE, Juan Peralta, el productor de flamenco Francisco Roji y el cantaor Antonio Fernández Díaz Fosforito.

El Museo Picasso y la Fundación SGAE se unen de nuevo para promover el flamenco en este ciclo que lleva celebrándose desde 2009. El director artístico del museo, José Lebrero Stals, quiso destacar que existe más demanda que oferta de flamenco en la ciudad y que «ser constantes ayuda a que algunas cosas no sufran demasiado o lleguen a desaparecer». «Siendo Málaga una ciudad con tejido creativo, tradición y un número importante de artistas, nos preguntamos si hay o no flamenco en Málaga porque hay muy pocos sitios donde verlo», explicó Lebrero Stals justificando así la mesa redonda que van a realizar. «No creo que poder darle la importancia que el flamenco merece sea una cuestión institucional, sino que tiene más que ver con la viabilidad empresarial», apuntó el director.

Por su parte, Manuel Aguilar destacó la importancia de «implicarse a todos los niveles» en el flamenco y darle promoción, ya que ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. «Da la sensación de que falta un trabajo sistemático de apoyo al flamenco», apuntó Aguilar, que también resaltó la importancia de no pensar en este arte no sólo como complemento turístico, sino también tener presente la demanda local y «crear un público entendido».