La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, inauguró ayer en Málaga la exposición Negociado de una carestía, del poeta y pintor Ginés Liébana que, junto a Pablo García Baena, presente en el acto, son los únicos miembros vivos del grupo poético Cántico, iniciado en Córdoba en los años 40. La muestra, que reúne 35 obras inéditas del artista, estará abierta al público hasta el 18 de diciembre en la sede del Centro Andaluz de las Letras (CAL).

Durante el acto, Aguilar destacó que el nombre del artista «está ligado al de la historia de la creación andaluza y española de ayer, de ahora y de siempre» y que junto al resto de integrantes del grupo Cántico creó «una estética y una filosofía de la que se han alimentado varias generaciones de poetas y artistas andaluces y españoles». De su trayectoria artística, la consejera resaltó que «contribuyó a proyectar una imagen nueva, de modernidad, en la cultura andaluza», destacando también que aún hoy sigue sirviendo de «inspiración para tantos y tantos jóvenes artistas andaluces».

La titular de Cultura tuvo también unas palabras para el poeta Pablo García Baena, director emérito del CAL, «referente cultural en Córdoba y padre artístico de una generación de jóvenes poetas» y al que le agradeció también «todo lo que habéis dado y seguís dándole a Córdoba y a toda Andalucía».

El trabajo poético y pictórico de Ginés Liébana abarca diferentes corrientes estéticas. La lira manantiálica, el mueble obrero y el bolso de piel de padre arrastran al lector y al espectador hacia un festín de metáforas, un mundo de atrevimiento, descaro y respeto por la tradición. Mordaz e irreverente, Liébana ofrece en esta exposición su última producción inédita, 35 obras entre acuarelas y técnicas mixtas, mezcla de lienzo y collage, poesía, absurdo y belleza. Este artista se caracteriza por reinventarse de nuevo cada día, riéndose de la muerte, la seriedad y el arte.

Ginés Liébana nació en Torredonjimeno (Jaén) en 1921. Su familia se trasladó a Córdoba, donde pasó su infancia y cursó sus estudios. En los años 40 empezó a colaborar con figuras como Pablo García Baena, Juan Bernier o Ricardo Molina, fundando la revista cordobesa del grupo poético Cántico. Trabajó también en Madrid como ilustrador para las revistas La estafeta literaria y Fantasía y el semanario El Español. Tras viajar por Sudamérica y Europa visitando las colecciones y museos más importantes y entrando en contacto con las principales tendencias artísticas internacionales, en los años 60 decidió fijar su residencia en Madrid, donde creó obras realistas muy influidas por la literatura, especialmente por los poetas de su generación.

En torno a la exposición, hoy a las 12 horas en el CAL tendrá lugar un encuentro con Ginés Liébana, cuyo objetivo es ofrecer a los futuros artistas y al público un contacto directo con el pintor.