Un grito sin ira. Un grito sin rencor. La vuelta a su pueblo. La vuelta a sus raíces de ese chico que a principios de los 80 salía de su Puerta Blanca, todavía anquilosada en el rock andaluz, y se encontraba con la revolucionaria Torremolinos. Así era el Javier Ojeda de sus comienzos y así se dejaba sentir una que resplandecía en todos los focos turísticos.

El vocalista de Danza Invisible encontraba en Torremolinos lo que no le daba su Málaga. Muchos todavía le recuerdan ensayando en un pequeño local situado en la calle que hoy lleva el nombre de su banda. Son los mismo que en septiembre quisieron darle la bienvenida a su pueblo después de más de una década sin poder tocar en Torremolinos «por motivos que todavía nadie me ha explicado», reconocía el propio cantante en la presentación de su último videoclip, de La hora de empezar, grabado en el municipio.

En el videoclip se recuerda aquel Torremolinos de José Luis López Vázquez y las suecas que tantas películas protagonizó. Un Torremolinos de esplendor. Ese barrio que pudo dar el salto a convertirse en ciudad sin apenas pasar por la categoría de pueblo. «Un Torremolinos que me significaba libertad, y por qué no, libertinaje también», reconoció entre las risas de todos los colaboradores que lo han ayudado en la elaboración de este nuevo clip que da toques modernos al Torremolinos ochentero que refulgía modernidad.

Revitalización. Hora de empezar. Y es que así se titula su nuevo trabajo, La búsqueda del espíritu de siempre. Aquello que ahora es un recuerdo, se ha planteado Ojeda la posibilidad de recuperarlo. «Este disco relata el auge y la decadencia de los municipios de la costa que no han sabido evolucionar», comentó sobre su nuevo trabajo.

Se define como un amante de lo natural y lo bello. Y así es como contempla las playas de Torremolinos y sus cercanías cuando pasea con su bicicleta cuando la ajetreada vida de la música le permite ese privilegio. «Todos tenemos parte de culpa de haber destrozado el paraíso, pero la naturaleza es sabia y se subleva para que lo que es bello siga siendo bello, por lo que todos tenemos que trabajar para recuperar la belleza y el esplendor de Torremolinos», pedía visiblemente emocionado al recordar su primeros años de carrera musical.