Enlutado les escribo. No, no se asusten que no se ha muerto nadie; me refería a con el brazo en cabestrillo: un pequeño accidente doméstico con un cúter me ha dejado así; aunque me podía haber dejado la mano más lacia que Marta Sánchez, el único daño ocasionado ha sido forzarme a perder la ocasión de tocar con la banda de Carolina De Sur Atlas Crew, que había tenido el gusto de invitarme a tocar con ellos el pasado martes a La Cochera Cabaret. me parece que me va a tocar a mi devolver la visita, una pena, un par de puntos para el ascenso.

Pues con una mano atada a la espalda y la otra tecleando como la mano sin cuerpo de la familia Addams sigo en la brecha. Estoy que no paro, la opción de ir de indie-gena (independiente de verdad, no cool) es la libertad de la elección en todos los tramos de tu trabajo, desde la portada hasta la banda -que hasta eso te cuestionan los cuatro aburridos de turno- pero también tiene su parte B, en la que los aburridos no se paran a pensar, el no tener en quien delegar y el tener que estar en cada proceso, desde la cartelería, la forma de las entradas, hasta lo que vas a poner de picoteo en cada catering. Y en ello estoy. El vídeo musical a cargo del gran Manu Rocha, un tipo joven que mezcla la técnica con la elegancia visual y que disfruta de todas mis ocurrencias, aunque el filtro de rock adulto está haciendo su efecto: «Sobriedad, zocato», me grita la conciencia. Para la ciudad que tantas alegrías me ha dado, Madrid, nos dispondremos a encarrilar el coche para filmar el último tramo del vídeo, cerrar la presentación allí -el 10 de junio en la sala Costello- y abrazar a unos cuantos amigos.

La portada será la guinda del pastel, ya en proceso por el maestro JC Guerrero, rockero que acuna como nadie el estilo de toda la vida de los dedos manchados de tinta y el lápiz apurado hasta la incomodidad táctil.

Un reducido grupo de oyentes ha podido escuchar en primicia los diez cortes del disco y os puedo asegurar que algunas de las respuestas me han hecho sacar el pañuelo; eso hace subir la intensidad en el trabajo y seguir subiendo el listón, casi hasta lo enfermizo. Te das cuenta de cuando algo realmente está teniendo repercusión, cuando se convierte para bien o para mal en la conversación de las cañas y las sobremesas de los músicos, melómanos y algún que otro superior moral de los que llevan sin mover un dedo unos cuantos años pero tiene para todos.

Mientras tanto, los conciertos semanales con los demás proyectos siguen su curso; no hay tiempo ni de curar las heridas. Este sábado andaremos por Chiringuetti, donde la última vez la comunión público-banda fue una de las mejores que he vivido, y el Día de Andalucía estaremos echando un cable en el Pil Pil solidario, con un ramillete tremendo de grupos.

Con la mano en cabestrillo se despide un servidor. Parece que solo me hacen daño las herramientas. Como decía Umberto Eco «las redes sociales le dan derecho a legiones de idiotas que antes sólo hablaban en la barra de un bar tras unos vinos». Será por eso que hago rock adulto, culto y de culto. Un saludo con la izquierda a todos.