­«En absoluto, no hay posibilidad de un retorno de El Último de la Fila», sentencia Manolo García, recién cerrado su reencuentro con su excompañero Quimi Portet por la revitalización efímera de Los Burros y Los Rápidos, y a punto de iniciar pletórico una nueva gira en solitario por todo lo alto. A falta de una, en ese tour le acompañarán dos bandas, una española y otra norteamericana que grabó en Nueva York su último disco, Todo es ahora (2014), hasta sumar 15 músicos sobre el escenario, conformando momentos apoteósicos en los que acaricia incluso el rock progresivo. Desvelará la sorpresa el sábado en el Auditorio Municipal de Málaga, donde comenzará la turné.

«Para mí todas las giras son de lujo, porque disfruto mucho en los conciertos, pero desde luego que esta es un pequeño premio que me he dado a mí mismo, en celebración por los 35 años que han pasado desde que grabara mi primer disco», confesó ayer durante el ensayo final, antes de guardar los bártulos y poner rumbo a Málaga. Será un tour con menos fechas y en grandes escenarios, algo que no hacía desde 2009, recalando en espacios como el Parc del Fórum de Barcelona el 14 de mayo y el Barclaycard Center de Madrid el 21 de mayo, curiosamente los mismos días que actuará en esas ciudades Bruce Springsteen. «¡Me ha copiado el día!», dice en tono de broma, aparentemente poco preocupado por la competencia.

«Para mí lo importante es renovar la propuesta. Siempre digo que si yo me divierto, tengo la posibilidad de hacer felices también a los demás con mi música. Lo importante es ser un soñador y siempre lo seré», alega García ante el cambio de formato, tras sus últimas giras por teatros. García suena ahora más rock, con gran abundancia de cuerdas (más de seis en algunos momentos).

Cuenta que, después de años en los que probó «mestizajes» con músicos griegos y brasileños y en los trabajó sus canciones «de una manera más dulce», en sus últimos discos le entraron ganas de recuperar el pulso de sus inicios con los citados Los Burros y Los Rápidos.

Durante cuatro noches de febrero, en las que agotó entradas, volvió a reencontrarse con ellos, incluido Quimi Portet, con quien luego forjaría uno de los dúos míticos del pop-rock español, El Último de la Fila, y algunas de sus canciones volvieron a sonar en vivo ante un público que vibró como antaño. «No hay posibilidad de un retorno de El Último de la Fila. Lo hemos repetido Quimi y yo hasta la saciedad. Hubo algo mágico y la gente aún me lo dice. Volver sería mancillarlo. A estas edades, además, cada uno tiene su discurso. Él y yo somos en el fondo cazadores solitarios, aunque tengamos una amistad excelente», afirma el cantante.