El arte pop llegó con retraso a España, y cuando lo hizo consiguió colarse en los hogares a través de las portadas de los discos de vinilo y filtrar al mismo tiempo críticas al régimen franquista, como se puede ver en la nueva exposición del Museo Carmen Thyssen de Málaga, «Pop Tops».

Concebida para poner «banda sonora» a su exposición temporal «Reflejos del pop», inaugurada el pasado 16 de marzo, la nueva muestra recoge en la Sala Noble del museo 150 portadas de discos junto a otros trabajos como carteles de películas, fotonovelas, cómics o publicaciones.

«A partir de 1948 hay una cierta recuperación económica que tiene su punto de inflexión en 1953, cuando se firma el acuerdo con EEUU por el que, a cambio de ayuda económica, se instalan cuatro bases militares americanas en España», explicó la directora artística del Museo, Lourdes Moreno. Esa remontada económica coincide con una cierta apertura «que supone una corriente de aire fresco que llegó a las casas a través de la adquisición de discos de vinilo», según Moreno.

Para el coleccionista y profesor de la Universidad de Salamanca Francisco Javier Panera, que ha comisariado la exposición, ésta quiere desterrar la tendencia habitual de «contar la Historia del Arte para sordos, como si no hubiera habido un ruido de fondo». Destacó que el origen del arte pop y del rock and roll fueron «paralelos», ya que el primer disco que publicó Elvis Presley con RCA «salió tres meses antes de inaugurarse la exposición considerada iniciadora del pop, ´This is tomorrow´, en Londres».

En la exposición hay portadas obra de Roy Lichtenstein o Andy Warhol, cuyo plátano fue replicado posteriormente con otro símbolo fálico por el grupo catalán La Trinca en el disco «Trempera matinera». También están discos de Conchita Velasco, Mike Ríos o Los Brincos, que eran la «versión española» de los Beatles.