Más o menos desde la inauguración del Guggenheim de Bilbao se habla en nuestro país del edificio emblemático como un concepto fundamental para el éxito de un museo. De ahí que los gestores culturales busquen que los contenedores sean casi o más atractivos que sus propios contenidos. Por supuesto, sucedió hace algo más de un año en Málaga a la hora de 'vestir' el Cubo del Muelle Uno, el 'inmueble' del Centre Pompidou Málaga: había que conseguir que alguien le diera vistosidad y sugerencia a una simple forma geométrica. Se le encargó la tarea al artista francés Daniel Buren y su colorido resultado va camino de convertirse en un emblema cultural y turístico de la ciudad -cuentan que hasta Antonio Banderas ha 'importado' motivos similares a los creados por Buren para su recién estrenada casa en la calle Alcazabilla-... Aunque no precisamente único: el creador conceptual acaba de mostrar su diseño para el edificio de Frank Gehry para la Fundación Louis Vuitton en París y, como pueden ver en las imágenes, podemos decir que el artista tiene una línea muy definida.

La instalación de Buren se titula 'Observatorio de Luz' y supone un juego de transparencias y proyecciones, y así la explican sus responsables: el artista ha cubierto las 3.600 piezas de vidrio del edificio con filtros de trece colores, y se van a ver proyectadas formas coloridas siempre cambiantes en función de la hora y del día; cada filtro está colocado de manera equidistante por bandas blancas y transparentes colocadas en dirección perpendicular al suelo. En una entrevista con 'Diario Sur' previa a la inauguración de su encargo malagueño, el artista aseguró: "Éste es un proyecto muy, muy especial (...) La obra cambiará dependiendo de la luz del sol en el exterior. Los colores se proyectarán sobre la pared, sobre el suelo, sobre la propia gente (...) Si el cielo está despejado, por ejemplo, los colores se vuelven mucho más potentes y brillantes (...) Soy muy consciente de que la ubicación del Cubo es muy especial (...) No se trata de que sea mejor o peor, sólo es un tipo de trabajo muy distinto". La mayor diferencia debe de radicar en que para la Fundación Louis Vuitton ha empleado trece colores y para el Centre Pompidou Málaga, cinco. Cosas de las arquitecturas y los diseños emblemáticos.