La Joven Orquesta Barroca de Andalucía (JOBA) se ha quedado sin el respaldo para poner en marcha la segunda temporada de su tercera promoción. Tres programas que quedan en suspenso y que iban a desarrollarse desde entre julio y diciembre de este año. La formación de estos futuros intérpretes recibe el portazo de los despachos de la Consejería de Cultura de la Junta.

El día 1 de junio, los integrantes del grupo musical recibieron un correo enviado por Juan Carlos Ramírez, gerente de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM), asegurando que no habían recibido «el apoyo institucional necesario para poder continuar con el proyecto de la JOBA». Ramírez destacó ayer que aunque es una iniciativa fundada con todo el corazón «lo primero es lo primero»: «La OFM es más importante. No podemos quitarle dinero a la Filarmónica para dárselo a la JOBA. Nos quedaríamos sin las dos orquestas».

La JOBA es un proyecto entre lo musical y lo formativo que nació de la mano del propio Juan Carlos Ramírez y la OFM, recordemos, una institución financiada por el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía. La Térmica, dependiente de la Diputación Provincial de Málaga, participaba cediendo sus instalaciones para que los jóvenes músicos pudieran practicar y desarrollar los encuentros cara a la preparación y estudio de las páginas de sus conciertos con profesores de la talla de Michael Thomas, Barry Sargent o Juan Francisco Padilla, entre otros.

Este año, la OFM esperaba un respiro presupuestario por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Pero no pudo ser. «Esperábamos tener para este año un pequeño incremento presupuestario para poder mantener ambas orquestas pero, finalmente, no ha podido ser, a pesar de que creemos que hemos realizado un labor digna de consideración», puntualizó Ramírez.

Se da la circunstancia de que hace unos días la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) ha recibido una inyección presupuestaria de la Junta de Andalucía de 250.000 euros -el Consistorio de la ciudad hispalense aportó otro cuarto de millón- para evitar la desaparición del conjunto así como para la deslumbrante programación de su próxima temporada. Mientras, el resto de orquestas subvencionadas por la Junta de Andalucía han dedicado todos sus esfuerzos a la contención del gasto sin menoscabar el nivel artístico de una orquesta profesional.

«El corazón nos invita a otra cosa, pero la razón es tozuda, y no podemos legalmente cerrar el año con el déficit que actualmente tenemos porque entraría toda la OFM en causa de disolución», afirmó Ramírez.

Aunque este año se hayan quedado sin actividades, esperan que el que viene obtengan las subvenciones prometidas por parte de la Consejería de Cultura. Daniel, violinista e integrante malagueño de la JOBA, asegura que volverán la próxima temporada: «Esperemos que todo se solucione, pero ahora mismo la orquesta se encuentra en coma».