El director titular y artístico de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM), Manuel Hernández Silva, presentó ayer su tercera temporada al frente de la formación, con la que persigue «alcanzar la excelencia a través de la recuperación de la memoria sonora» gracias a una «inteligente combinación» de un repertorio de grandes obras que permitan a la orquesta «seguir creciendo y afianzando su identidad sonora».

El maestro venezolano, que confesó encontrarse en «un magnífico momento artístico con la orquesta y la ciudad», destacó la nómina de directores invitados en la temporada de 2016-2017, en la que destacan Josep Vicent, Pablo Mielgo, Ira Levin y Arturo Díez Boscovich. También reseñó la presencia de solistas españoles y extranjeros de primer nivel, como los pianistas Javier Perianes, Gabriela Montero y Juan Pérez Floristán; la mezzosoprano María José Montiel, premio Nacional de Música 2015; el violonchelista Guillermo Pastrana, premio Ojo Crítico, y Joaquín Riquelme, solista de la Filarmónica de Berlín.

Entre los quince programas de abono, que este año pasan a celebrarse los jueves y viernes en el Cervantes, en vez de los viernes y sábados, se mantienen el tradicional concierto de Navidad, en el que este año sonarán la Sinfonía nº 5 y la Misa nº 5 de Schubert, y el de Semana Santa, donde la OFM interpretará Un Requien Alemán, Op. 45 de Brahms. La quinta edición del Ciclo La Filarmónica Frente al Mar recorre un variadísimo repertorio en concierto con obras desde Kodaly hasta Tchaikovsky, pasando por Beethoven y Verdi. Respecto al X Ciclo de Conciertos de Cámara, destaca el recital de piano de Javier Perianes que interpretará música de Schubert, con la presencia de grupos de la propia OFM e invitados de lujo como Accademia del Piacere que interpretará a Bach.

Por su parte, el gerente de la OFM, Juan Carlos Ramírez, quiso ilustrar el acierto del maestro en la elección del repertorio ofreciendo los datos de asistencia de los últimos años, que ha pasado de las 17.413 personas en la temporada 2013-2014 a las 21.309 en el curso 2014-2015. «Sin contabilizar el público de los dos últimos conciertos del programa, esta temporada 2015-2016 ya hemos alcanzado los 20.000 asistentes», explicó Ramírez, que aseguró que la OFM ha contado esta última temporada «con 850 abonados».

La Filarmónica malagueña, que este año celebra el vigésimo quinto aniversario de su creación, ha sido protagonista estas últimas semanas por el anuncio de la cancelación de los recitales que la Joven Orquesta Barroca de Andalucía (JOBA) tenía programados en los próximos meses -por motivos presupuestarios-, así como la suspensión del concurso de Jóvenes Talentos Musicales de Andalucía, al «se presentaron 5 candidatos», según expuso Hernández Silva. El secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Eduardo Tamarit, quiso aclarar que toda la programación de la OFM cuenta con «el respaldo de la Junta y del Ayuntamiento de Málaga», y aseguró que «su estabilidad está asegurada».

Ramírez, por su parte, aclaró que el déficit que arrastra la formación, cifrado en 100.000 euros, se debe a la «obligación legal de la subida del 1% en los salarios» de la plantilla de la orquesta y el pago del 25% de la paga extra del 2014». Un desbarajuste en las cuentas que, aseguró, se «solventará el próximo año». Sobre la JOBA, el gerente de la Filarmónica explicó que no «está olvidada» y que esta medida se trata de «una suspensión y no una liquidación».

En su intervención, el alcalde, Francisco de la Torre, expresó su satisfacción con el trabajo desarrollado por el maestro Hernández Silva, al que calificó como «un director magnífico», y la programación, y confesó que la idea de hacer un auditorio para la OFM en el inmueble que ocupaba el antiguo cine Astoria no está ni mucho menos definido.

Al respecto, Ramírez dudó que este espacio sea el auditorio adecuado para la formación. «Si el Astoria se hace para la OFM, encantado. Pero dudo que sea el auditorio de la ciudad», señaló, explicando que se trataría más bien de un «espacio multiusos».