Durante el Consejo de Administración del Festival de Málaga del pasado martes, en el que estaba previsto aprobar el cambio por el que el certamen pasaría de ser una cita dedicada al cine "en español", los representantes del PSOE y Málaga Ahora solicitaron unos días de reflexión para estudiar este viraje del certamen hacia la cinematografía latinoamericana. Dicho consejo volvió a reunirse ayer y decidió por unanimidad apoyar el proyecto presentado por Juan Antonio Vigar, máximo responsable del festival, que se mostró "agradecido" por "el apoyo y la confianza" de todos los grupos políticos -no se produjo ninguna abstención-.

Así, como ya adelantó hace unos meses La Opinión de Málaga, la vigésima edición de la cita se denominará Festival de Málaga Cine en Español, un cambio que abrirá las puertas de la sección oficial a concurso a todas las producciones de habla hispana. "En lo esencial no cambia nada, sino que se le otorga más visibilidad al cine latino. Lo que no quiere decir que el cine español tenga menor importancia", aseguró ayer Vigar, que explicó que al tiempo que desaparecerá la sección de Territorio Latino, el festival otorgará dos Biznagas de Oro diferenciadas: "Una para la mejor película latina y otra para la mejor cinta española". Además, ambos galardones tendrán una dotación económica de 12.000 euros.

En la documentación remitida al Consejo de Administración, Vigar explicaba las razones y fortalezas que vendrán unidas a este cambio: "Se ha estudiado y desarrollado la idea de crecer hacia un festival de cine en español. Una denominación que, desde la consolidación y cuidado por lo ya existente, incide en el ajuste del nombre a la realidad y además con carácter inclusivo, ya que, al sumar, avanzamos. Una denominación que nos sitúa en el ámbito de confluencia de la cultura española en cuanto a geografía -películas realizadas en España en otras lenguas oficiales así como en la Península Ibérica, como Portugal-, en lo relativo al idioma -películas de otras cinematografías habladas en español; en concreto, todos los países de Iberoamérica además de Estados Unidos- y, finalmente, respecto a la producción -películas producidas o coproducidas por empresas y profesionales españoles sea cual sea su idioma de rodaje-".

El director del festival sostiene que hay que entender "lo español como un espacio de confluencia" y que este cambio no entra en conflicto alguno con el vecino y veterano Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. "Ambos festivales coincidimos en que sumando ganamos. El que seamos complementarios hará que recibamos más propuestas. No hay competencia sino complementariedad".