01 «Todos los lugares imaginados». Leonor Serrano, Gonzalo Fuentes, Demetrio Salcés y Blanca del Río, comisariada por Sara BlancoIniciarte. El Palmeral de las Sorpresas, hasta el 25 de septiembre

La pasado jornada del miércoles 27 de julio resultó convulsa cuando por la mañana al abrir el Facebook me dí de bruces al ver un comunicado de la Asociación de Artistas Visuales de Andalucía donde mostraban su indignación por un nuevo capítulo de «malas prácticas» cometido por la Junta de Andalucía que informaba de la cancelación del resto de la programación de 2016 de la Beca Iniciarte y la no convocatoria en ediciones futuras por falta de presupuesto. Esto suponía un mazazo para la creación andaluza más prometedora pues estas becas son casi la única oportunidad que los artistas jóvenes tienen de poder desarrollar un proyecto artístico con financiación y que culmina con un proyecto expositivo en alguna de sus sedes de Málaga, Sevilla o Córdoba. Hablamos de un sector, el artístico, castigado duramente en la crisis y que cuenta con una escasa partida presupuestaria por parte de la Junta de Andalucía. Esta situación no puede sostenerse si queremos que el arte andaluz se posicione con fuerza en el ámbito nacional e internacional. La escasez en la que estamos instalados ya pudo apreciarse en la última edición de ARCO, cuando tan sólo fueron dos galerías representando a Andalucía: la galería Rafael Ortiz y Alarcón Criado, ambas de Sevilla.

Lo extraño del miércoles fue que el conocimiento de esta noticia causó un enorme revuelo e indignación en esta red social en la mayoría de artistas y agentes del arte en Andalucía. El rechazo fue tal que, a las pocas horas del anuncio de la cancelación del programa Iniciarte, todo fue desmentido por Eduardo Tamarit, presidente de la Agencia de Cultura de la Junta de Andalucía, expresando que se debió a un error de comunicación y que el proyecto se mantendrá en esta edición. Después de esto me vienen a la cabeza una serie de preguntas: ¿Cuánto más durará Iniciarte? ¿Por qué las instituciones no apoyan a los creadores jóvenes? Por qué están tan poco valorados los artistas? ¿Por qué no se plantea un proyecto real en torno al arte y la cultura que trate de vertebrar y poner en valor lo que aquí se está haciendo? Son quizás cuestiones difíciles de abordar pero que requieren de un debate profundo por parte de las instituciones, los artistas, galeristas y demás agentes culturales. Realmente habría sido una pena que un proyecto así, que puede erigirse como puntal para la proyección de parte de nuestros artistas andaluces, se hubiera finalmente suspendido.

No podríamos presenciar nunca más una exposición como Todos los lugares imaginados, actualmente en el Palmeral, proyecto de la joven comisaria Sara Blanco que reúne a cuatro artistas heterogéneos tratando de generar un espacio de diálogo entre obras elaboradas con distintas técnicas y formatos. Un espacio vertebrado para facilitar el encuentro del espectador con un espacio límite entre la ciencia ficción y la cotidianidad que de pie al cuestionamiento de la rigidez que impera en la sociedad actual. En este sentido, la propuesta expositiva juega con una puesta en escena teatral, que intenta dar unidad a las diversas piezas que contiene. En el texto de la comisaria se plantea el espacio como un lugar que puede ser abordado para proponer un mundo utópico, término que encierra en sí una crítica a la sociedad de ahora hegemónica; una sociedad estática, racionalista y alienada falta de imaginación y de capacidad de soñar quizás a la espera de un cambio. Pequeños cambios que el espacio expositivo es capaz de implementar con propuestas que se salgan de los límites de lo conocido o de lo ortodoxo. Así, la selección de artistas hace hincapié en esa salida hacia otro lugar ejemplificada en la instalación de Leo Serrano, que conjuga proyección, escultura y performance como modo de repensar el espacio. Un ejercicio expansivo que se contrapone a lo reducido de los cubículos que Demetrio Salcés sitúa en el centro del espacio expositivo, donde la figura humana queda aprisionada en su cotidianidad, realizando una crítica al problema social de la vivienda. O Gonzalo Fuentes, que con su serie de pinturas cuasi futuristas plantea una escapatoria a la rigidez de las formas de la arquitectura racionalista partiendo de proyectos contemporáneos como los de Frank Gehry o Zaha Hadid. Un mundo utópico que culmina con la serie de fotografías intervenidas de Blanca del Río que buscan el punto de unión entre hombre y naturaleza partiendo de supuestos geométricos y orgánicos. Un proyecto expositivo que no obstante se podría haber llevado un poco más al límite, permitiendo una disposición en sala donde las piezas se contaminaran más las unas con las otras y alejaran, así, al conjunto de la ortodoxia en la que finalmente queda instalada.

02 Art Marbella 2016Palacio de Congresos de Marbella, hasta el 3 de agosto

Esta emergente feria de arte cumple este año su segunda edición erigiéndose como un lugar para los coleccionistas y para el público en general. Busca atraer a compradores en un enclave donde el ocio y el lujo conviven para favorecer la consolidación de un proyecto que en esta ocasión causa buenas sensaciones. Aunque hay que decir que no todos los stands dan la talla a la hora de presentar sus proyectos, muchos son los que aciertan con las obras expuestas. En este sentido, el comité encargado de la selección de proyectos galerísticos ha realizado una buena labor que esperemos haga que la calidad de las piezas siga ganando enteros año tras año. Cabe destacar el importante peso que la fotografía tiene en esta edición, con el trabajo de importantes exponentes como Antoine D’Agata, Vincenzo Castella, Erwin Olaf o Jaime de la Jara. También la apuesta por este género de una galería tan importante como Filomena Soares de Lisboa, que presenta grandes formatos de Pilar Albarracín, Shirin Neshat o Helena Almeida.

Interesante la apuesta por proyectos expositivos como el de la galería F2, donde destaca el diálogo entre las pinturas de Miki Leal y las cerámicas de Fernando Renes. Junto a ésta, Max Estrella, Espacio Mínimo, La Gran, Carreras Múgica o Moisés Pérez de Albéniz son también de las imprescindibles. Destacable también resulta el papel de la pintura en la feria, con una presencia considerable pese a los inconvenientes de la crisis. Pueden verse una magnífica selección de obras, entre las que destacaría las de Simón Zabell y Santiago Ydañez en el stand de AVAND, las de Santiago Giralda y Victoria Civera en Moisés Pérez de Albéniz, o las pinturas-objeto de Ángela de la Cruz expuestas en Carreras Múgica.

Importante también la presencia malagueña en la feria a nivel artístico. Al ya mencionado Zabell, se le añaden los nombres de José Luis Puche, el joven Javier Artero o Rafael Alvarado, que presenta una instalación en la galería Toro de Milán. Quizás se echa en falta, en este sentido, a importantes galerías malagueñas como Isabel Hurley o JM, que en esta edición no participan. En definitiva, una feria en estos momentos periférica, si se compara con ARCO, y joven, pero que deja buenas sensaciones y perspectivas de crecer en el futuro.