Tom Jones es uno de los artistas más carismáticos y admirados del panorama musical. Tras 40 años cosechando éxitos sobre los escenarios del planeta y tras su inolvidable concierto en Starlite en 2014, anoche volvió a la cantera de Marbella haciendo un repaso por su extensa carrera.

El Tigre de Gales salió al escenario, vestido completamente de negro, y acompañado sólo del guitarra y del batería; no necesitaba más para calentar al público desde los primeros compases con "Burning hell". Con la banda ya al completo, ofreció algunos de los temas de su último trabajo, "Long Lost Suitcase" ,como "Take my love", "I wish you would" o "Tomorrow night".

Pero fue con una versión más bailable de su famosa "Delilah" con la que el público se desató, sin parar ya durante la interpretación de grandes clásicos del británico como su infaltable "It's not unusual", entre muchos otros.

Jones tuvo que volver al escenario una vez concluido el concierto tras la petición del público y lo hizo con tres de sus mayores éxitos. Primero "Thunderball", banda sonora de la película del agente 007 "Operación trueno" que cantó sobre imágenes de todos los agentes de su graciosa majestad. Le siguió "Kiss", de Prince, que presentó recordando al "gran genio", el fallecido compositor de Minneapolis.

Jones hizo vibrar al público con su impresionante voz y su carisma, los mismo que le han hecho vender más de 100 millones de Discos en todo el mundo y conseguir los principales premios de la industria, como un Grammy, dos Brit Awards, un Premio MTV o el prestigioso Trust Award Music Industry 2009 del Reino Unido, entre otros, además de haber sido nombrado Caballero de la Corona Británica por la Reina Isabel II.

Con los 76 años cumplidos sigue recogiendo excelentes críticas gracias a discos como "24 Hours" (2008), "Praise & Blame" (2010) y "Spirit in the Room", considerado uno de los mejores discos del 2012 y "Long Lost Suitcase", su trabajo más reciente.