Los estudiantes de Bellas Artes saben que una de las técnicas más eficaces para calibrar los contrastes y las proporciones de los elementos de un lienzo es alejarse de él entornando los ojos. «Así se pierde el detalle para atender al conjunto. A las formas principales», asegura el artista Víctor Meliveo, que tras sufrir un accidente perdió casi el 70 por ciento de su visión. Pero esta disminución visual -«sólo veo composiciones», confiesa- no le ha impedido labrarse una reconocida trayectoria en el mundo del videoarte y la fotografía, donde su inquietud creativa y experimentación ya están recogiendo sus frutos.

Meliveo participa por segundo año consecutivo en la Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, en el madrileño CentroCentro Cibeles, con su proyecto Scan and Tech, donde reflexiona sobre nuestra relación con la tecnología y cómo ésta «además de ayudarte, propicia o plantea nuevos caminos».

«Es una sucesión de retratos de gente de mi alrededor, muchos de ellos artistas, músicos, fotógrafos... Son retratos de estas personas con sus medios técnicos con los que trabajan». En Scan and Tech, el malagueño combina lo táctil con lo visual, haciendo uso del escáner, en vez de la cámara de fotos, a la hora de capturar las instantáneas. «Las imágenes están captadas con escáner. Parecen fotografías, porque poseen mucha resolución. Pero la imagen sale deformada al mover el objeto o el propio escáner. Obtengo las imágenes al tacto, o como suelo decir medio en broma, en braille».

Meliveo reconoce que ha convertido el «escáner es un medio de expresión, desarrollando así una «técnica diferente», que denomina «escanografía». «El resultado de la escanografía se aleja de la realidad. Conceptualmente son imagenes que están cercanas al cubismo y con tintes expresionistas. Son imagenes deformadas que no tienen que ver con mi condicionante visual. Yo no veo así. Es una manera de trabajar por esa carencia visual que tengo. Y las imágenes salen así por el método utilizado».

En 2014, Víctor Meliveo expuso primera vez en la Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, en la que se presenta el trabajo de artistas nacionales e internacionales, de los que más de la mitad tienen algún tipo de discapacidad. Lo hizo con una pieza de videoarte realizada en 2006 y titulada Sufrían por la luz, basada en un poema surrealista de Vicente Aleixandre que obtuvo el primer premio y el premio del público en la sección de Videocreación Local, dentro de la categoría de cortometrajes de experimentación, del noveno Festival de Málaga Cine Español.

Malabarismo y teatro. Antes de dedicarse a la fotografía y al mundo audiovisual, el malagueño practicó durante años el teatro de calle y el malabarismo. «Al tiempo decidí ponerme a dirigir teatro porque actuar no era lo mío», confiesa. Fue en este punto cuando comenzó su relación con el montaje y la edición. «Comencé a hacer vídeos promocionales de las obras de teatro. Cuando tuve el accidente, en 2004, dirigir teatro con baja visibilidad se me hizo muy difícil, porque no puedo leer una página. Tengo que ampliarla en el ordenador».

De este modo, Meliveo enfocó su creatividad en las cámaras de fotos y en las pantallas de edición -«me es mucho más trabajoso leer un libro que encuadrar una cámara», sostiene-, lo que le ha llevado hasta aquí. Reconoce que el mundo del arte contemporáneo es «bastante efímero» y sostiene que hay «un 10% de verdad y un 90% de humo». Él cree más en el oficio. En lo artesano de la creación. Y nada le importa su discapacidad a la hora de ponerse a trabajar. «No quiero que en el arte eso se convierta en un comodín a mi favor». «Tu carta de presentación no tiene que ser otra cosa que tu trabajo. Da igual cómo haya nacido una fotografía o una canción. Lo que importa es lo que transmite».

Scan and Tech se mantendrá expuesto en Madrid hasta el próximo 11 de septiembre, pero Meliveo confiesa que ya tiene distintos proyectos por desarrollar, uno sobre Corea y otro rodado en Sarajevo, Open World War.