­Después de más de veinte años de espera, los miembros de la plataforma ciudadana La Aduana para Málaga vieron en persona en la pasada jornada como el sueño por el que llevaban luchando desde hace décadas se hacía realidad. Por fin el Museo de Bellas Artes y Arqueológico de Málaga ya está listo para ser visitado y contemplar las más de 12.000 obras de arte que ya lucen en el Palacio de la Aduana. Sin embargo, el público malagueño y los turistas deberán esperar un poco más para conocer sus tesoros, ya que, según anunció la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, «aún quedan cosas por puntualizar y matizar, aunque el museo abrirá sus puertas definitivamente antes de que finalice el 2016».

La consejera fue la encargada de comisar la visita guiada para los integrantes de la plataforma, quienes se mostraron desde un principio eufóricos. A la entrada del museo, y una vez que la grandiosa puerta principal fue abierta, entraron entre abrazos y alguna que otra lágrima, al grito de «¡veo, veo, veo, la aduana ya es museo!».

Antes de proceder a la visita, la consejera quiso dirigir unas amistosas palabras a los miembros de La Aduana para Málaga al lado de la Dama de la Aduana de la Alcazaba. «Este es el resultado por el que tanto habéis luchado y reivindicado. Espero que lo disfrutéis no solo vosotros, sino Málaga entera también», manifestó Aguilar. Después del discurso de la consejera, se proyectó en la planta baja un vídeo con imágenes de la movilización ciudadana.

A partir de ahí, la directora del Museo, María Morente, hizo un recorrido por el edificio que consistió en un largo paseo por las distintas plantas de la estructura, desde la planta baja hasta la última. Morente sonreía durante las horas que duró la visita. Desde un primer momento presumió tanto del arte expuesto en centro artístico como del antiguo palacio, ahora convertido en el Museo de Bellas Artes y Arqueología de Málaga. Todos y cada uno de los miembros se hacían fotos con las obra de arte que admiraban. Desde Eugenio Chicano hasta Rafael Alvarado.

Distribución de las piezas. Las 12.000 obras están repartidas en cada planta según su fuente de procedencia. La planta baja, será la zona «abierta para la ciudad», señaló Morente. Allí, donde se situará la cafetería, la tienda y las salas de exposiciones temporales, los integrantes de la plataforma se hicieron una foto de familia. El primer piso alberga la sección de Bellas Artes. Un espacio moderno con colores chillones en sus paredes fragmentadas, donde se encuentran las piezas de Frade Arquitectos y grandes obras de autores como Moreno Carbonero, Simonet, Ferrandiz, entre otros muchos.