Hace unos meses hablamos en estas páginas de Jonás Berami, un actor malagueño que, de la noche a la mañana, se convirtió en una estrella en Italia. ¿Y eso? Sencillo: El secreto de Puente Viejo, en la que interpretó a un protagonista, fue todo un éxito en el país transalpino, hasta el punto de que el intérprete se fue a buscar la vida allí. Pocos meses después, manejando ya sus redes sociales en italiano, ya era un habitual de los realities más populares de la nación: primero buscó el amor en la versión italiana -en realidad, la original- de Mujeres y hombres y viceversa y luego se sobrepuso a las inclemencias de ser un Robinson Crusoe del siglo XXI en L´isola dei famosi, o sea, el Supervivientes de nuestros vecinos mediterráneos. Pues bien, otro malagueño está haciendo las Italias casi con más éxito que el propio Berami: ahora mismo, Bosco Cobos es uno de los concursantes de Grande Fratello VIP -o sea, Gran Hermano VIP-, y, además, uno de los que más gozan del favor del público.

Precisamente, Cobos se asomó a Italia gracias a su amigo Berami: debutó en los platós italianos defendiendo al actor en las galas de L´isola del famosi. Allí, empezó a ser conocido como «el amigo loco» de Jonás Berami: sus estilismos más o menos imposibles -usa habitualmente falda-, sus ganas de hacer siempre entertainment y la ausencia de prejuicios en sus declaraciones y argumentos sirvieron para su amigo -quedó segundo en el concurso- y pronto le pusieron en el punto de mira de los ojeadores de telegenias. Y de ahí a colaborar con la popular Barbara D´Urso en Pomeriggio Cinque y con Piero Chiambretti en Hotel Chiambretti, formatos que explotaron el colorido, naturalidad y simpatía de un hombre desprejuiciado. Y estalló un fenómeno de popularidad no muy diferente al que en España vivimos, en los años 90, con el también muy singular Boris Izaguirre.

Pero, ¿quién es Bosco Cobos? Muchos le conocerán como Bosco Vida, y habrán leído sus reportajes para la revista para novias EDN o visto sus piezas para 101 TV; quizás hayan leído Tragicomedia del culebra y el merluza, uno de sus dos libros, una historia de amor homosexual con, al parecer, bastantes tintes autobiográficos -una de las claves del éxito del malagueño en Italia estriba en hablar sin tapujos de sus preferencias sexuales- o le hayan visto en teatro -es licenciado en Arte Dramático; precisamente en la escuela de interpretación conoció a Jonás Berami-.