­Las complejidades creativas de la danza del vientre y las distintas visiones que se tienen de ella son el punto de partida de la manifestación multidisciplinar Move, que hasta el próximo 13 de noviembre se celebra en el Centre Pompidou. La propuesta, que combina una exposición, distintas performances y un ciclo de proyecciones, trata de aportar una visión poliédrica sobre la danza baladí -conocida como danza del vientre-, un baile «que se improvisa, no se escribe y por tanto está sujeto a una constante evolución», según asegura Charlène Dinhut, comisaria de la muestra Hips Don´t Lie, que refleja, a través de distintas videocreaciones y fotografías, la manera en que los artistas y coreógrafos contemporáneos indagan en la gestualidad de esta danza que combina elementos tradicionales de Oriente Medio y del Norte de África.

«No se conoce a ciencia cierta el origen de la danza baladí, aunque bien podría tener su raíz en los ritos de fertilidad del antiguo Egipto. Esta danza sólo se puede entender como un juego de miradas. De la mirada del hombre hacia la mujer; la mirada de los bailarines hacia la sociedad y la mirada entre los países de oriente, de donde procede, y Europa». Fueron precisamente los viajeros occidentales del siglo XIX los responsables de la denominación ´danza del vientre´, aportando una visión exótica y sexual a estas coreografías. La exposición que abre el programa Move trata de acabar con esta visión y denunciar la estigmatización de las culturas que la practican. Un magnífico ejemplo se encuentra en las películas The most beautiful woman in Gucha, en las que Brenda Beban capta un instante de pasión entre una bailarina de baladí y un hombre durante un tenso encuentro entre comunidades de gitanos nómadas en Serbia. El artista Youssef Nabil, por otro lado, potencia el glamour de la danza baladí en I Saved my Belly Dancer, filmación en la que participan personajes como la actriz mexicana Salma Hayek y el actor francés de origen argelino Tahar Rahim. La inauguración de esta muestra estuvo acompañada con el espectáculo Mouhalawa Oula, donde el libanés Alexandre Paulikevitch se vale de la danza del vientre para denunciar sus estereotipos.

Performances. En el ciclo de espectáculos, la exploración de las relaciones entre imagen y movimiento se llevará a cabo a través de cuatro performances: Alexandre Paulikevitch repetirá hoy viernes su Mouhalawa Oula, mientras que mañana sábado será el turno de Rapear Filosofía, a cargo del dúo madrileño Cabello y Carceller. El sábado 29 de octubre, el artista iraní Ali Moini propondrá la performance My Paradoxical Knives, y la artista caboverdiana Marlene Freitas cerrará este apartado, el mismo día, con Guintche.

La primera edición de la manifestación multidisciplinar Move en Málaga se completa con el ciclo Vidéodanse: filmar la danza, que indaga el trabajo de siete coreógrafos con películas como Cuando los árabes bailaban -que se remonta a la edad de oro del cine egipcio y donde cuatro hombres interpretan la danza del vientre- Fase, So Schell, El lamento de la emperatriz, Split Sides o Roseland, entre otras.