El crítico de arte ofrece hoy una conferencia en el Museo Picasso (19.00 horas) sobre el artista uruguayo Joaquín Torres-García, además de profundizar en el contexto artístico de París durante la primera mitad del siglo XX.

¿Cuál fue la aportación principal de Joaquín Torres-García al mundo del arte y sus mayores influencias?

Torres-García empezó su carrera artística con las pinturas figurativas y con el llamado vibracionismo, donde hacía una visión futurista y modernización de la sociedad, siendo la ciudad de Barcelona una de sus grandes inspiraciones. Su gran cambio fue cuando se trasladó a París, donde conoce a Piet Mondrian, padre de la abstracción, y se acerca a la pintura geométrica. Desde entonces, siguió utilizando elementos figurativos, representando ideogramas, tomando como referencia el arte panhispánico. En París empezó a interesarse por su cultura pasada, siendo ahora él uno de los referentes de los artistas americanos.

¿Cómo definiría el contexto artístico de París en la primera mitad del siglo XX?

París era la capital artística del mundo, el punto de encuentro de todos los artistas del momento. Allí tuvo lugar el inicio de diferentes movimientos artísticos, como el vanguardismo, el cubismo, el futurismo, la abstracción, el dadaísmo y el surrealismo, entre otros. Por este motivo, el artista fundó en los años treinta el grupo Círculo y Cuadrado, dos figuras geométricas, donde él va a unirlos en una exposición y luego en una revista, donde colaboran algunos miembros del cubismo como Mondrian y Kandinsky. Los miembros del grupo son variados entre sí, pero todos ellos en ese momento estaban haciendo arte abstracto, más bien geométrico.

¿Cómo ha sido la evolución del arte contemporáneo a lo largo de los años?¿Es muy diferente a la actual?

Actualmente, la escena artística es muy diferente a la de Torres-García. Sí, hay artistas geométricos, pero no es el estilo dominante. En estos momentos sería más bien el arte conceptual, de las instalaciones, del videoarte. Cabe destacar que las influencias de los artistas geométricos actuales son los que hemos mencionado. En el caso de Latinoamérica, el gran referente es el gran Torres-García. En estos países es muy frecuente notar la influencia del artista, que asimiló el constructivismo de París y lo mezcló con al arte panhispánico.

¿Cree qué habrá otra etapa en el arte que marque un antes y un después?

El arte es una actividad que parece que va a terminar, sobre todo en el siglo XX, pero luego siempre renace. Por ejemplo, en la época de Torres-García no se consideraban artistas a los fotógrafos, incluso ni firmaban sus obras, y en estos momentos el fotógrafo se considera tan artista como el pintor. De hecho, hay muchos pintores que han dejado los pinceles para coger las cámaras. Sin embargo, no estoy de acuerdo con aquellos que dicen que la pintura va a desaparecer, aún no ha terminado, evolucionará de una forma inesperada, pero a la vez manteniendo aspectos del arte del siglo XX. Quedan abiertos muchos caminos para los artistas, lo más difícil sería ubicarse en un estilo y reinventarlo, haciéndolo suyo.

Actualmente dirige el Instituto Cervantes en París. ¿La importancia de la cultura en Francia es igual que en España?

En Francia siempre ha habido interés por el arte, artistas en las calles y numerosos museos. En cambio, en España, con los tiempos de conflictos, el franquismo, fue muy difícil impulsar la cultura. Por este motivo, muchos artistas se exiliaron a París, ya que allí tenían libertad de expresión y creativa. Gracias a los años de la transición, volvió el interés por la cultura, siendo el gran ejemplo el Museo Reina Sofía, que se encargó de recoger las obras de Picasso y Dalí, entre otros. Actualmente, pienso que hemos recuperado el tiempo perdido, estamos al día.

¿Cómo afecta la crisis al arte y a las jóvenes promesas?

Lo más importante es que siga existiendo el arte, por ese motivo se debe apoyar a los nuevos artistas, que haya ayudas económicas para ellos. Debo destacar la crisis que hay ahora mismo en el coleccionismo, los pocos apoyos que tienen en estos momentos. Los futuros artistas deben buscar alternativas como ir al mercado de arte, dar conocer sus obras a galeristas y a críticos, y participar en concursos. Es un buen escaparate para darse a conocer, sin lugar a dudas.