¿Qué sensaciones le quedan una vez terminada la temporada?

Sobre todo mucha ilusión por mejorar, por mantener la frescura con la que he terminado y pensar los errores que se han cometido este año y, sobre todo, ser consciente de las soluciones de cara al próximo año.

Era una temporada muy complicada de afrontar después del percance de Vitigudino.

Pues sí, sobre todo fueron difíciles los comienzos, desde la preparación en el campo de la temporada hasta cuando comenzamos a torear y llegaron compromisos en los que yo mismo tenía las expectativas más altas de lo que realmente sucedió en la plaza. Entender eso, aunque ahora me parece lógico sabiendo de donde venía, me costó mucho. Era normal que fuera preciso un proceso de adaptación hasta reencontrarme con mí mismo.

¿Cómo se fueron apartando los fantasmas del pasado?

Al final el tiempo es sabio y lo cura todo. Al final han ido desapareciendo, pero también ha sido muy importante ser consciente de mis problemas, mis dudas o inquietudes. He tenido que ir trabajando sobre ellas y por eso he ido avanzando desde el primer día. Fueron desapareciendo muchas de esas inquietudes, y yo he puesto todo de mi parte para volver a la normalidad y alcanzar el nivel que quería e incluso superarlo.

¿Qué plaza ha supuesto un mayor reto?

El final de temporada ha sido un gran reto porque cada tarde, fuera la plaza de mayor o menor entidad, me las he tomado como si fuera la más importante. Para mí, el gran objetivo ha sido darle la vuelta a la temporada después de un momento en el que yo pensaba que este año no iba a ser productivo para nada. El haberlo conseguido y haber dejado una gran imagen a los aficionados para que vuelvan a creer en mí ha sido el mayor reto que se ha conseguido.

¿Qué habría pasado si las grandes plazas, como Madrid, Valencia o Sevilla, hubieran llegado en ese final de temporada?

Podría pensar que habrían cambiado muchas cosas, sobre todo porque he tenido un gran cambio. Pero realmente, en este momento, no cambiaría nada de mi temporada ni me cambiaría por ningún compañero tampoco. Estoy orgulloso de lo realizado, y para que llegaran tardes importantes como las de Burgos, Manzanares o sobre todo Málaga, tuve que pasar momentos de más angustia en plazas de primera donde no pasó nada. Creo que si no hubiera vivido lo primero no habría llegado el premio de lo segundo.

Ha podido sorprender que, viniendo de una inactividad prolongada, no haya rehusado pisar ninguna plaza.

Había que volver con todas las consecuencias, y por eso he querido estar en todas las plazas. Tampoco hay que generalizar con ese mal inicio de temporada, porque hay actuaciones de las que me siento muy orgulloso como las de Sevilla, donde realmente no tuve opción con el lote, u otras donde fallé con la espada como en Vistalegre o Zaragoza. Una vez pasadas esas plazas no tenía buenas sensaciones, y he tenido que buscar dentro de mí para conseguir disfrutar en la plaza y sacar el torero que llevo dentro.

¿Fue su actuación en La Malagueta un golpe de efecto para mostrar a la afición que algo estaba cambiando en Fortes?

El entorno más cercano ya lo venía advirtiendo desde unas corridas antes, pero hacía falta tener un triunfo rotundo en una plaza de primera, a la vista de todos y con las cámaras de televisión en directo. Eso es lo que le da verdadera importancia, porque Málaga ha sido el principal referente para todo el mundo de mi temporada.

¿Cómo definiría ese nuevo concepto de su toreo?

Lo principal que poco a poco ha cambiado ha sido el buscar cada vez más la naturalidad, la reunión con el toro y el sentimiento. Yo creo que en lo que más he ganado ha sido en comunicación conmigo mismo y en expresar lo que yo siento. Antes ha habido momentos en los que he buscado más la aceptación de los demás que la mía propia. He buscado al torero que yo quiero ser, emocionar con mi toreo más que por el miedo. Eso es mucho más difícil.

¿Tenía una espinita clavada con La Malagueta por el trato de la empresa al confeccionar los carteles?

Aunque no suelo estar muy pendiente de las negociaciones, en el caso de Málaga quise estar muy informado por la importancia que en todos los sentidos tiene para mí. Es cierto que no fue el trato que yo creía merecer, que no llegaba en las condiciones en las que los aficionados me querían ver, en uno de los carteles más rematados de la feria. Esa espinita sí que es cierto que la llevaba, pero finalmente me siendo muy orgulloso de haber dado motivos para que los aficionados de La Malagueta puedan creer en mí, que se sientan orgullosos de tener un torero de la ciudad, y que en las ferias venideras vengan a verme. Eso lo va a poner mucho más sencillo para las negociaciones de los próximos años.

Después de muchos años, un torero malagueño vuelve a recibir los principales trofeos de la Feria, como el Capote de Paseo o el Estoque de Plata. ¿Qué supone para usted?

La verdad es que lo que yo más disfruté fueron esos minutos en la plaza, aunque evidentemente te da mucha satisfacción cuando te comunican que te van a dar esos trofeos que como aficionado he visto tantas veces entregar a las máximas figuras del toreo. Yo con lo que me quedo es con las vivencias de esos instantes, y aunque aún no los haya recibido, ya estoy pensando en volver a ganarlos el año que viene.

¿Ha terminado la temporada en el mejor momento de toda la carrera de Fortes?

Lo puedo afirmar con toda seguridad. Ese ha sido el valor de esta temporada, que la empecé en uno de los peores momentos taurinamente, y que he logrado concluirla en el mejor momento.

Y además apartando la fama de que le cogen mucho los toros…

Eso también ha sido importante. No se ha perdido ninguna corrida por un percance, algo que no había sucedido nunca desde que comencé de becerrista. Eso significa que, aparte de que haya acompañado la suerte, vas adquiriendo mayor dominio y las cosas se están haciendo bien.

¿Cómo se trabaja para comenzar 2017 igual que se ha concluido 2016?

Manteniendo esa misma exigencia. Hay que demostrar que esto no ha sucedido por casualidad, tengo que exigirme durante todo el invierno, trabajando duro desde el primer día.

¿Se plantea ir a América?

Es algo que me gustaría, ya que nunca he hecho. Este invierno tenemos la posibilidad real, y aunque ahora mismo no lo descarto, realmente no hay nada en firme. Me haría muchísima ilusión.