Cuando todavía muchos están intentando asimilar el resultado de las elecciones estadounidenses, llega el momento de recordar que los creadores de The Good Wife, el matrimonio Robert y Michelle King, nos han ofrecido hace muy poco una divertida metáfora sobre lo que estaba ocurriendo en los pasillos de Washington y que todavía está inédita en España. En su nueva serie, Braindead, vemos a políticos y militantes radicalizándose cada vez más en sus respectivas posturas y disfrutando más del enfrentamiento en sí que de solucionar los problemas de los ciudadanos facilitando la llegada del populismo. El motivo de estos extraños comportamientos, que curiosamente son extrapolables a otros países de cuyo nombre no quiero acordarme, es una raza de parásitos alienígenas que vive en las cabezas de ciertas personas claves en el poder, alimentándose literalmente de sus cerebros. Las sutiles críticas al panorama político del país no han contado con el respaldo unánime de la audiencia, lo cual no es de extrañar viendo lo que después han votado, con lo que la serie no contará por el momento con una segunda temporada. Pero ha logrado cerrar todas sus tramas al final de sus trece episodios, contando una historia cerrada que la coloca en esa lista de series que hay que ver.

La trama está ambientada en la etapa final de la era Obama, cuando Hillary Clinton y Donald Trump ya empezaban a enredarse en la campaña electoral y, concretamente, arranca durante los días del cierre de la administración estadounidense. La elegancia del sello de los creadores de The Good Wife se deja ver en esta serie que mezcla comedia y ciencia ficción y vendría a ser un cruce entre Marte Ataca, La invasión de los ultracuerpos y El ala oeste de la Casa Blanca. En The Good Wife el matrimonio Florrick ya hizo sus pinitos en la política y la trama iba en paralelo al avance de la carrera de Peter Florrick. La propia Alicia ya tuvo su propia experiencia y salió bastante trasquilada. En Braindead, los guionistas entran al trapo con la situación política y las intrigas del Capitolio. La protagonista, interpretada por Mary Elisabeth Winstead, es Laurel Healey, una joven realizadora de documentales que vuelve a Washington para ayudar a su hermano, el senador demócrata Luke Healey (Danny Pino), en las negociaciones con los republicanos para la reapertura de la Administración. Zach Greiner, que ya encarnó al abogado David Lee en The Good Wife, interpreta aquí al cabeza de familia de los Healey, que parece una de esas dinastías abocadas a medrar en los pasillos del poder de Washington. Al poco de su llegada, Laurel descubre la conspiración de insectos que se ha instalado dentro de las cabezas de personas clave tanto del partido demócrata como del republicano. Problemas de oído, falta de equilibrio, renuncia a practicar sexo o beber alcohol y escuchar una y otra vez You Might Think de The Cars son algunos de los síntomas que permite a los protagonistas identificar a los infectados.

Los King nunca han ocultado sus simpatías por el partido demócrata. Por ello, no es casual que sea precisamente entre los republicanos entre quienes más proliferan la invasión de los insectos del espacio exterior, aunque aquí hay estopa para todos. Tony Shalhoub encarna a Red Wheatus, el senador republicano elegido para albergar a un insecto reina en el interior de su cabeza. Demócratas y republicanos se enzarzan en temas como el control del gasto público, la subida de impuestos a los ricos, el problema de las armas, el uso partidista del terrorismo, el aborto... una espiral de odio que se retroalimenta recreándose en la diferencia y queda atrapada en un bucle sin fin. No importa la solución del problema sino hacer al otro responsable del mismo. ¿Todos se comportan así por la invasión alienígena o realmente los parásitos sólo han sacado a la luz lo que ya estaba ahí desde siempre? Uno de las escenas impagables de la serie es el cameo que tiene en ella el célebre director y mosca cojonera del sistema estadonidense Michael Moore. Otro de los momentos cumbre que nos ha dejado Braindead son los resúmenes que hay antes de cada capítulo, a cargo del compositor Jonathan Coulton. En el vídeo de abajo se ve una recopilación de todos los resúmenes de la serie que hace el compositor a golpe de guitarra, por lo que antes de abrirlo hay que avisar que contiene numerosos spoilers para aquel que no quiera saber nada de lo que va a pasar. Al que no le importe, verá toda la trama resumida en quince minutos. La serie está muy sujeta a la realidad política estadounidense y no estaría de más que en algún momento la CBS se estirara y aprobara una segunda temporada para contarnos cómo sería la invasión de los insectos comecerebros durante la presidencia de Donald Trump.

Mientras tanto, esta misma semana se ha estrenado en España una de las nuevas series estrella de la Fox, Designated Survivor, con Kieffer Sutherland como protagonista. El actor interpreta a Tom Kirkman, el último mono en la Casa Blanca, que se ve de la noche a la mañana como nuevo presidente de los Estados Unidos al desaparecer de un plumazo todo el Gobierno como consecuencia de una bomba en el Capitolio. La serie estaba anunciada y planeada desde hace meses, pero me llama la atención que precisamente ahora se estrene algo que parta de la hipótesis de la repentina desaparición de todo el Ejecutivo norteamericano. El episodio piloto promete y mantiene la tensión. Todo apunta a que tendremos conspiraciones e intrigas, aunque habrá que ver cuánto aguanta el factor sorpresa y qué pasará cuando Kirkman deje de ser el novato inexperto en cuestiones de gobernar un país y le coja las riendas al cargo.

La victoria de Trump no ha pasado desapercibida en el panorama seriéfilo y aunque aún faltan un par de meses para que el nuevo presidente tome posesión, los primeros efectos ya se han dejado sentir. El episodio de South Park de esta semana tuvo que ser modificado sobre la marcha, ya que inicialmente el argumento iba a ser la visita de Bill Clinton a la escuela de Cartman y compañía. Mientras tanto en Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales (UVE), hay un episodio que aún no ha podido ver la luz y que trataba de un político a quien en plena campaña le llegaban varias denuncias por abusos sexuales. Ante los temores de que alguien se pudiera dar por aludido, la NBC decidió retrasar la emisión del capítulo hasta después de las elecciones presidenciales, pero tras el resultado ésta se ha pospuesto a algún momento indefinido del año próximo.

Donald Trump no ha sido ajeno a la televisión y a las series, por lo que no ha desperdiciado ninguna posibilidad de tener su minuto de gloria tanto en la pequeña como en la gran pantalla. En su palmarés cuenta con un Razzie al peor actor de reparto. Desde El príncipe de Bel Air a Sexo en Nueva York, e incluso Solo en Casa 2 han contado con su presencia. Tras su elección como presidente de los Estados Unidos seguro que seguirá siendo personaje recurrente de algunas series, aunque la visión que ofrezcan de él ya no será tan benevolente, ni divertida. Tampoco creo que lo veamos ni en House of Cards, ni en Veep, ni Scandal.

Por el momento, el vaticinio de la semana se lo ha llevado el capítulo de Los Simpsons que en el año 2000 imaginó un futuro en el que Trump sería el inquilino de la Casa Blanca. El título del episodio 11x17 era Bart to the Future (juego de palabras con la película protagonizada por Michael J. Fox) y en ella una pitonisa leía el porvenir al hijo mayor de la familia más amarilla de Springfield. Bart veía un futuro en el que su hermana Lisa lograría ser la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, aunque recibía un país en quiebra de manos de su predecesor, Donald Trump. La anécdota sobre la premonición ha hecho que muchos medios recuerden esta semana este episodio como una gran genialidad. Aunque hay que recordar el dato de que entre el palmarés del capítulo de marras está el que fue considerado como el peor de toda la serie por Entertaiment Weekly el 7 de febrero de 2003.

Puestos a imaginar presidencias apocalípticas, Amazon todavía tiene pendiente de estrenar la segunda temporada de Man in the high Castle (cuya primera temporada sigue inédita en España) donde se nos cuenta una realidad alternativa donde nazis y japoneses ganaron la II Guerra Mundial y se repartieron los Estados Unidos. Pero para apocalipsis, el de The Walking Dead, la pesadilla zombie donde el Estado ha caído e impera la ley del más fuerte. Para desgracia de los protagonistas el más fuerte es Negan, que ha llegado este año sembrando el terror con su bate Lucille, con un arranque de temporada que revolvió numerosos estómagos.

Por lo pronto, el próximo mes de enero los King estrenarán nueva serie en el servicio en streaming que pondrá en marcha la CBS. Un spin off de The Good Wife con el personaje de Diane Lockhart (Christine Baransky) como protagonista. Seguro que una demócrata acérrima como ella tendrá mucho que decir sobre su nuevo presidente. El título The Good Fight.