Tras grabar un álbum en directo ante 8.000 personas y conocer lo que significa ser número 1 en ventas en España y disco de platino con "Crónica de un baile" (2014), Vanesa Martín vuelve con otro trabajo, una vez más con el corazón expuesto y rebelada contra quienes creen poder explicar el amor.

"A veces amamos con recelos y no nos entregamos del todo. Eso me da pena. Tengo una guerra abierta con la gente que es muy racional. No entiendo cómo se puede verbalizar el amor. A lo mejor yo soy muy visceral y no me vendría mal un poquito de calma, pero la vida sin locura es un aburrimiento", afirma la artista en una entrevista con Efe celebrada hoy en Madrid.

La razón es "Munay" (Warner Music), que constituye su quinto disco de estudio y se pone a la venta mañana, tras lanzar previamente como carta de presentación el sencillo "Complicidad", en el que canta: "No me guardes en cajones lo que se merece incendios".

"Exponerse, poner toda la carne en el asador, sin trampa ni cartón, es también el secreto para que una canción le dé la vuelta a la piel", comenta Martín (Málaga, 1980), antes de reconocer que más de una vez ha llorado componiendo, también al hacer este disco, que incluye el poderoso tema "Inmunes".

En total presenta 13 nuevas canciones, no todas autobiográficas, pero sí muy personales, siguiendo "impulsos" cuando "tenía la necesidad de soltar algo", grabadas en Los Angeles junto al productor Eric Rosse, el mismo de "Terral" de Pablo Alborán, y "músicos que tocan Bruce Springsteen o Bryan Adams", presume.

Eso, argumenta, no le resta un ápice de autenticidad a sus nuevas composiciones. "De andaluz en mi música hay todo. Soy de Málaga, esa es mi raíz y mi forma de interpretar", afirma la artista, que durante su estancia en California se vino "arriba" y preparó al equipo "una buena olla de lentejas, una tortilla de papas y cinco litros de gazpacho".

"Munay", término andino que descubrió recientemente, engloba lo que la intérprete considera su filosofía del mundo, esto es, "amor incondicional por la naturaleza, por las personas, por el respeto, la tolerancia, por no conformarnos con lo que no nos hace bien".

"Todo lo que representa 'Munay' nos haría mucho bien si lo pusiéramos en práctica", insiste Martín, que vive actualmente un espléndido momento profesional, entre otros motivos, por su debut el pasado mes de enero en el multitudinario Barclaycard Center (antiguo Palacio de Deportes de Madrid).

Alcanzada esa cota, ¿qué le queda por hacer? "Llegar está muy bien, pero repetir también. Soy muy consciente del momento en el que estoy", dice.

Tras colaborar en el último disco de José Mercé, la semana que viene se conocerá además "Cada septiembre", el tema que ha compuesto para el nuevo disco de Raphael, "Infinitos bailes".

"¡Ha sido tan emocionante! Es una leyenda de la música, un animal escénico con una templanza y una forma de transmitir total, además de un apasionado de su trabajo. Escucharle cantar un tema mío es muy inspirador y es algo que no olvidaré nunca", afirma.

En esta vorágine de ocupaciones, ve complicado poder escribir en breve otro poemario como "Mujer océano", publicado la pasada primavera, aunque la están "rondando" para ello.

"Ha sido un regalo, pero fue un trabajazo también y lo podría hacer cuando tuviera calma. Con él he experimentado una libertad diferente, en la que no estoy limitada ni por el tiempo de tres minutos y medio, ni por un estribillo ni por una melodía", argumenta.

En abril viajará a Latinoamérica, donde también se publica su nuevo álbum, y espera ya con ganas una nueva gira nacional que la llevará por ejemplo al Gran Teatre del Liceu de Barcelona el 15 de mayo.