Con gran poder para sorprender, luchador y rebelde, David Delfín, el "enfant" terrible de la moda nacional, ha sido galardonado el Premio Nacional de Diseño de Moda por su audacia, valentía y compromiso social, además de por traspasar las barreras entre la moda y el arte.

A pesar de las secuelas de su última operación, Delfín, aquejado de tres tumores en la cabeza, no ha dejado de trabajar este último año y sabe que el verdadero motor de su labor son los sentimientos. "Todo lo que me ha tocado en la vida acaba en mis diseños", decía en una entrevista a EFE.

Poseedor de uno de los lenguajes más genuinos y reconocibles de la pasarela española, David Delfín concibe la moda como un "soporte polifacético, que se contamina de todo", y como un campo de creación influenciado por disciplinas como el cine.

David Delfín, que tiene imagen de transgresor, es pura emoción, sentimiento y pasión. "Sí, puedo mostrar una cara transgresora y luego me gusta Rocío Jurado o Raphael", bromeaba el diseñador, quien siempre pretende "generar sorpresa".

David Delfín, malagueño, nacido en Ronda en 1970, debutó en la Pasarela Cibeles en 2002 con la colección Cour des miracles, inspirada en las películas "Viridiana" y "Belle de Jour", de Luis Buñuel, y su puesta en escena recordaba a "Los amantes encapuchados", de Magritte.

Un trabajo "traumático" que suscitó una gran polémica porque puso a pasear a modelos encapuchadas y con sogas al cuello. Para unos, una provocación que invitaba a salir de la pasarela; para otros, pura vanguardia.

Desde ese día, David Delfín entró a formar parte de la historia de la moda de España y en la edición siguiente se alzó con el premio a la mejor colección de un joven diseñador.

Su mayor lección tras una década bajo la lupa de la crítica y la prensa especializada es que "sin equivocación no hay crecimiento" y que "arriesgar es la única manera de crecer".

Autodidacta, Delfín, que llegó a la moda a través de la pintura, se enorgullece de ser un diseñador "conceptual" al que lo único que le interesa es crear moda llena de contenidos.

Para Delfín, la moda es una forma y un medio de expresión, una plataforma donde se trabaja y se mezclan diferentes disciplinas creativas.

Con la curiosidad de un niño, David Delfín nada en distintas aguas artísticas: no sólo se dedica la confección de prendas de vestir, sino que poco a poco ha ido diversificando su campo creativo hacia nuevas líneas de negocio, como ropa de bebé y de cama, gafas y accesorios.

También ha entrado en territorios creativos como el cine, un área que siente como suya acostumbrado como está a mezclar sobre la pasarela moda, música, vídeo y artes plásticas, o en la creación de vestuario para la danza.

"Cada proyecto te guía; es un reto nuevo con un montón de pautas a vencer, lo que me lleva siempre a preguntarme, '¿Qué puedo aportar a esta estética?'", ha dicho.

Elogiado por la prensa especializada, el creador de la firma homónima daviddelfin siempre ha querido sumar, detesta que le encasillen en una sola disciplina.

"Prefiero añadir, por eso elegí diseñar, es un soporte perfecto para aunar todas las artes", ha explicado quien considera que "hay un cordón umbilical invisible que las une: el sentido de la creatividad".