­Todavía no se ha sentado en el despacho de la Casa Blanca y Donald Trump ya ha generado varias crisis diplomáticas. Parece que el mandato del magnate estadounidense será una fuente de titulares, controversias y diatribas ajena a cualquier tipo de sequía. Por lo pronto, el dibujante malagueño Pablo Ríos lanzará la próxima semana -concretamente, el día 15- Presidente Trump: Dios perdone a América (Roca Libros), una sátira que nos pone en la piel y el cerebro del de Queens nada más tomar asiento en el Despacho Oval.

«¿A quién llamará primero? ¿Cómo empezará a gobernar? ¿Será capaz de cumplir sus promesas electorales? ¿Qué sabe sobre justicia, sobre derechos humanos o sobre el cambio climático? La elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos nos ha pillado a todos con el paso cambiado. Una campaña agresiva como no se había visto en décadas, unas declaraciones fuera de tono, un electorado mareado y, de repente, un presidente insólito. ¿Y ahora qué? Donald está casi tan sorprendido como el resto del mundo». Ése es el punto de partida de Ríos, quien ha elaborado, según su editorial, un álbum «a medio camino del humor de El Perich y los gags vitriólicos del New Yorker». Quienes conozcan la obra de Pablo Ríos (Algeciras, 1978) llevan frotándose las manos desde que tuvieron noticia de este proyecto. Y es que la idea de aplicar el dibujo recio y el humor no menos contundente que se gasta el autor afincado en Málaga a un personaje tan poco dado a las medias tintas como Donald Trump abre posibilidades infinitas.

Presidente Trump: Dios perdone a América es el último jalón en una trayectoria envidiable, de la que muchos empezaron a saber con Azul y Pálido, que le valió a Pablo Ríos la nominación a Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona del año 2013, o Fútbol, la novela gráfica y El portero, sus colaboraciones con Santiago García, habitual guionista de otro gran dibujante malagueño, Pepo Pérez.