­A Mark Ryden (Medford, Oregón, 1963) le gusta dibujar rostros casi angelicales a los que acompaña con elementos de la naturaleza. A algunas de las jóvenes, que ejercen de musas en sus obras las disfraza de ardillas y a otras, sin embargo, las viste con un largo vestido hecho de salchichas, chuletas y otros productos cárnicos.

El artista estadounidense, con más de 20 años de trayectoria a sus espaldas, ha decidido pararse a recordar y ha elegido el Centro municipal de Arte Contemporáneo malagueño para ello. La exposición del pintor, titulada Cámara de las maravillas, se inauguró ayer y estará presente en el antiguo mercado de mayoristas hasta el próximo 5 de marzo.

«Es extraordinario que en solo un año se haya podido llevar a cabo esta exposición», aseveró ayer Ryden, que confesó que el hecho de que sus obras se hallen expuestas en el CAC no es otra cosa que una suma de casualidades. «Hace 10 años de mi última retrospectiva que se llevó a cabo en un museo de Seatle. Le dije a mi galerista que quería volver a repetir un proyecto similar», recordó. Fue entonces cuando el director del centro, Fernando Francés, se puso en contacto con el galerista de Ryden. «Fue una maravillosa casualidad», comentó el artista, pero después vendrían muchas otras.

El pintor estadounidenses relató la primera vez que recorrió la ciudad, coincidiendo con la Semana Santa. Visitó la institución junto a su mujer y se sentó a la mesa con Antonio Banderas, quién le transmitió su pasión por las procesiones. «Y después de muchos mails, las obras ya están expuestas», sentenció Ryden.

La muestra contiene más de 55 obras de 30 coleccionistas internacionales, sobre todo norteamericano. Obras como The Last Rabbit, Rose, Snow White, Goodbye Bear, Angel of Meat o Saint Barbie forman parte del recorrido de esta muestra que junto a Wood Meat Dress, una escultura de madera concebida únicamente para la exposición, recorren dos décadas de creación del norteamericano.

En sus obras, Mark Ryden presenta varios elementos comunes, como la búsqueda de la belleza a través de imágenes casi andróginas de ojos grandes, tez clara y mirada inocente. Asimismo, la relación con la naturaleza también se manifiesta en obras tan complejas como El árbol de la vida, donde lo real y lo surrealista se abren paso para desnudar al pensamiento más profundo del pintor.

Además del amor, la relación con la religión o el empleo de productos cárnicos están presentes en muchas de sus piezas. Personajes históricos como el que fuera primer presidente republicano de Estados Unidos Abraham Lincoln aparecen de forma reiterada en sus obras, representado como un héroe que liberó a los esclavos.

«Observo la vida y la realidad de diferentes maneras y desde múltiples perspectivas», confesó Mark Ryden, también conocido como el padre del surrealismo pop.