Torremolinos vuelve a engominarse el pelo y levantarse los cuellos de la camisa para convertirse un año más en ese pegadizo estribillo de rock and roll que lleva sonando desde hace más de veinte años gracias al Rockin’ Race Jamboree, cita que ha convertido a la localidad malagueña en una auténtica meca para los aficionados a la música y la estética de los años 50. La vigésimo tercera edición del festival, que se celebrará el primer fin de semana de febrero -del 2 al 5- congregará a 140 músicos de 30 formaciones llegadas de todas partes del planeta, de Estados Unidos a Finlandia, pasando por Alemania, Suecia, Uruguay o Jamaica. Según las estimaciones del Ayuntamiento, serán más de 3.000 personas las que se acerquen a disfrutar de las exclusivas actuaciones en el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias -escenario principal del certamen- y los conciertos programados en distintos puntos de Torremolinos, como las plazas de La Nogalera y de El Remo.

El evento, aunque ya consolidado, «no deja de ser una aventura cada año», según confiesa su director, Guillermo Jiménez. El Rockin’ Race posee la capacidad de estimular el turismo nacional e internacional de Torremolinos a través de la cultura en plena temporada baja. Sirva como ejemplo lo ocurrido este año con el Hotel Barracuda, que gracias al festival ha completado la reserva de sus 300 habitaciones. Sus huéspedes, procedentes de Irlanda, Portugal, Holanda e incluso Japón, podrán disfrutar igualmente de una extensa programación de recitales de rock que se celebrará dentro de sus instalaciones.

Una concentración de coches clásicos, con los míticos Cadillacs como gran reclamo, clases de baile o una importante cantidad de puestos en los que comprar vinilos, ropa y complementos rockabilly completan los atractivos de la veterana cita.

Actuaciones

La estrella principal del cartel de este año es Dale Watson, «un artista contemporáneo que se ha convertido en un icono de la música en Norteamérica», sostiene Jiménez, que recuerda que el cantante de Austin es el creador de los Ameripolitan Music Awards, galardones dedicados a la música de raíz de Estados Unidos. Watson, que acudirá al escenario del Rockin’ Race acompañado de sus Lone Stars, es uno de los más fieles herederos del legado country de Johnny Cash.

Otra de las actuaciones más esperadas será la de Los Straitjackets, que se harán acompañar por El Vez, el Elvis mexicano, y Big Sandy. El trío de ases del rock se presentará en Torremolinos como el Rat Pack Latino. «Vamos a tener la oportunidad de ver un espectáculo que nunca ante se ha producido en el mundo», remarca Guillermo Jiménez. Para inmortalizar esta inédita unión de talentos -El Vez y Big Sandy han cantado con anterioridad con Los Straitjackets, pero siempre por separado-, el Rat Pack Latino acudirá al malagueño Hollers Analog Studio, donde Maxi Ruiz grabará una sesión. «Está previsto que lleguen varios días antes del festival para que tengan tiempo de preparar la actuación y de grabar». El sello Sleazy Records -cuyo responsable es el propio Jiménez- lanzará un single con esta magnífica y única reunión de talentos.

Los suecos The Dragtones y Fatboy; los franceses The Rhum Runners y Barny & the Rhythm All Stars; los finlandeses Hawkins & his Hawaii Trio; los norteamericanos Luis & The Wildfires, The Rhythm Shakers, The Cactus Blossoms, The Margraves, Marcel Riesco y Roy Kay Trio; los británicos The Big Six, Darrel Higham, Glenn Doran & The Prairie Echoes y Alice Jayne; los portugueses TT Syndicate y Senorita Scarlett, o los españoles Anita O’Night & the Mercury Trio y The Ragtones son algunas de las principales formaciones que marcarán el ritmo durante los primeros días de febrero en Torremolinos.

Las entradas para la nueva edición del Rockin’ Race, con las que cada comprador recibirá un cedé de regalo, pueden adquirirse en la propia web del festival. Para asistir un único día, el precio es de 35 euros. El bono para las cuatro jornadas cuesta 70 euros.