Pocas sagas han resultado tan desconcertantes y, a su vez, decisivas como las de La cosa del pantano. La aparición en 1971 de este extraño ser mezcla de tejido vegetal y humano, creado por el guionista Len Wein y el dibujante Bernie Wrightson, se convirtió inmediatamente en un título de culto. Desde ese momento, autores de prestigio como Rick Veitch o Doug Wheeler mostraron su interés por llevarlo a su terreno, pero fue Alan Moore quien lo revitalizó y lo convirtió en un mito. Ahora, nada mejor que un joven guionista como Scott Snyder, cuyo prestigio ha ido creciendo últimamente gracias a su trabajo en ese fantástica saga titulada American vampire, para darle una nueva vuelta de tuerca. El autor británico parte de la idea de Moore. Alec Holland era un eminente científico que murió víctima de sabotaje industrial en un pantano de Luisiana mientras investigaba una fórmula biorregenerativa basada en la flora de la zona. Contaminado por su propia creación, el científico muere carbonizado y asimilado por el ecosistema del lugar. Pero su fórmula afectó a las plantas que descomponían su materia orgánica, provocando que estos vegetales se organizasen como un ente con conciencia propia. De aquí surge La cosa del pantano, un ente corpóreo que puede recrearse a partir de cualquier tipo de vegetación, alterar su forma y tamaño, ordenar la formación de construcciones complejas desde las propias plantas, hacer múltiples copias de sí mismo, controlar los procesos de la naturaleza, etc. Para su versión del personaje, Snyder muestra al doctor Holland como alguien totalmente humano y alejado de ese incómodo pasado, pero las muertes repentinas de todo tipo de animales a lo largo y ancho de Estados Unidos despiertan la alarma del Parlamento de los Árboles que descubren que ha llegado Sethe, algo así como el Anticristo de la vegetación, y que es un niño llamado William, aquejado de una extraña enfermedad e internado en un hospital de Texas.

Los primeros capítulos consistirán en convencer al científico para que vuelva a retomar su antigua forma porque sólo él puede doblegar a este diabólico personaje al que llaman Putrefacción. La aparición de su eterna compañera, Abigail, no hace sino complicar la trama ya que esta resulta ser la hermana del diabólico personaje.

Una amplia nómina de dibujantes se encarga de plasmar las ideas del escritor, siendo Yanick Paquette el que firma la mayoría de los episodios. Su estilo es barroco e impactante, mostrando de forma explícita la violencia y las escenas en las que las vísceras de las víctimas del Sethe se desparraman por todos lados. Otros ilustradores como Víctor Ibáñez o Marco Rudy intentan seguir su línea, aunque cada uno aportando su estilo algo más comedido. Snyder se muestra como un autor culto e inteligente, capaz de dar muestras continuas de sus conocimientos en biología, y del comportamiento de las especies, en una trama básicamente de gore en la cual la amenaza es un mocoso que se mueve en tierras principalmente yermas.