Colas, colas y más colas. Libros, libros y más libros. La tercera edición de Málaga451: La noche de los libros fue todo un caudal de personas ávidas de cultura. El cartel de actividades y los autores participantes bien lo merecían. Desde primera hora de la tarde, cada una de las propuestas del programa fueron seguidas por numeroso público. Como era de esperar, la entrada al auditorio Edgar Neville se vio por momentos colapsada por la cantidad de asistentes que querían escuchar de cerca a Michel Houellebecq, cuya intervención arrancó una hora más tarde de lo previsto, pasadas las 22.30, y James Rhodes, cuya presencia se retrasó hasta poco antes de la medianoche.

El autor francés disertó sobre la presencia de la religión en su obra, reconociendo la existencia de «un retorno de la religión» en la sociedad. Preguntado por Agathe Novak-Lechevalier, Houellebecq reconoció que aunque «las religiones pueden ser un tanto ridículas» también son para muchos «lo que le da sentido al mundo». Por su parte, el italiano Nuccio Ordine realizó una apasionada defensa de la cultura y pidió a la administraciones un mayor compromiso. Igualmente, el recital protagonizado por Marwan fue uno de los platos fuertes de la convocatoria, en la que el escritor norteamericano William Burroughs, fue objeto de la exposición William Burroughs. Nova Convention, comisariada por la editora Eva Prinz y por el músico Thurston Moore, conocido por su trayectoria en Sonic Youth, que actuó en la propia sala de exposiciones. Una noche en la que los libros iluminaron la madrugada.