A años luz del circo televisivo, el representante de Portugal, Salvador Sobral, con una interpretación sobria y sentida, ganó el pasado sábado el Festival de Eurovisión, celebrado en Ucrania, gracias a una canción compuesta por su hermana y con aires de fado.

Lo que muchos desconocen es que el joven artista, de 27 años, ha actuado en dos ocasiones en Málaga, gracias al interés del promotor de jazz Sergio García Orbegozo. "Me alegro muchísimo de que haya ganado porque me gusta cómo canta y como persona", explica a La Opinión.

Sergio detalla que unos músicos que habían estudiado con Salvador Sobral en la escuela de jazz de Barcelona "me hablaron de él", así que en la primavera de 2015 lo trajo a Málaga para que actuara en los Baños del Carmen, en un ciclo de jazz. Fue una actuación casi entre amigos. "Acudió muy poca gente, unas 20 personas; el gerente del Balneario, Gerardo Lumbreras, me contó que pudo disfrutarlo por la poca asistencia. Fue precioso", recuerda.

El promotor de jazz cuenta que, a partir de esta actuación, siguió en contacto con el joven portugués, que el año pasado le comentó que quería presentar su primer disco, 'Escuse me', en Málaga. Así que organizó la presentación del disco en la terraza gourmet de El Corte Inglés, esta vez con la asistencia de mucho más público. "Gustó mucho, como en la actuación anterior acudieron tan pocas personas fue un descubrimiento para muchos y los 50 discos que trajo los vendió", recuerda Sergio García Orbegozo.

El promotor de jazz, de paso, fue siguiendo la fulgurante carrera de Salvador Sobral, que en Portugal, para sorpresa del propio artista, fue pasando todas las eliminatorias para representar a su país en Eurovisión. "Allí las eliminatorias duraron meses, le pregunté que qué iba a hacer si llegaba a las semifinales y me dijo que no pensaba que llegaría. Tuvo un éxito fantástico".

Ya por entonces, Sergio quiso invitarlo al Festival de Jazz de Málaga de noviembre del año pasado, pero por sus problemas médicos (Salvador Sobral espera un trasplante de corazón) el artista portugués no pudo asistir.

"Ahora le he vuelto a decir que para el Festival de Jazz de este año tiene que estar bueno y espero que venga, aunque tendrá un caché que no podré pagarle", ríe Sergio García Orbegozo, que subraya que el portugués está hecho de otra pasta: "Imagino que si lo traigo ahora llenamos el Cervantes, pero eso no le intersa a él, le sigue gustando otra cosa. A él le gusta más tocar en un club que en un teatro. Le interesan más las emociones que el éxito y las multitudes".

Por eso, le gustaría que, de venir a Málaga, Salvador Sobral tocara para ese mismo público que le escuchó, casi en familia, en los Baños del Carmen y que se sorprendió con ese disco que le presentaba un cantante portugués desconocido pero único.

"Es un niño delicioso", concluye.