¿Quién no conoce las ´matinées´ del teatro europeo? ¿O esos otros matinales de las salas de conciertos de Alemania o Francia en la que antes o después de la bajada del telón el público comparte el aperitivo, a veces incluso con los intérpretes al lado? Este sábado 27 de mayo el Teatro Echegaray, con apoyo de El Pimpi y Málaga Virgen, recupera esta tradición escénica europea con la ´función del vermú´: a las 12.30 los espectadores que vayan a reírse, a enternecerse y a reflexionar sobre el amor, el desamor y la muerte con El último beso, la nueva producción de Factoría Echegaray, podrán degustar gratuitamente el aperitivo antes de entrar al pase de las 13.00 horas (15 euros precio único).

La ´función del vermú´ del sábado comenzará con el aperitivo previo a las 12.30 en el vestíbulo del Teatro Echegaray y el pase de las 13.00 horas. El vivero escénico de los espacios municipales de Málaga, Factoría Echegaray, ofrecerá estas matinales sabatinas en sus proyectos: la ´función del vermú´ de su siguiente montaje, Souvenir, ahora en plena fase de ensayos con vistas a su estreno el 13 de junio, será el sábado 24 de junio.

"¿Quién debe decidir, y cuándo, apagar la máquina que mantiene con vida a la persona que amamos?" Una situación límite le sirve al autor y director Jerónimo Cornelles para subirnos a un carrusel de amor, desamor y muerte construido con los materiales del drama y los de la comedia, con coreografías sorprendentes y diálogos crudos y tiernos a la par. Factoría Echegaray estrenó el pasado martes 16 de mayo El último beso, su sexta producción, un trabajo cien por cien actoral que nos invitará a bailar junto a tres personajes más que singulares hasta este domingo 28 de mayo. La invitación al vermú del sábado no es el único aliciente de esta segunda semana de exhibición de la obra: Cornelles y los intérpretes de la obra, Pablo Fortes, Alejandra Cid y Carlos Bahos charlarán tras la función de mañana miércoles 24 con los espectadores.

Las tablas del Teatro Echegaray siguen esta semana coronadas por los blancos neones de una desangelada y áspera clínica, en la que deambula Pablo Fortes convertido en un psicólogo en silla de ruedas, se escucha el perfecto acento polaco de Alejandra Cid y vemos a Carlos Bahos embutiéndose la peluca y los tacones con la mayor naturalidad. Son los tres protagonistas de una obra destinada a provocar "una montaña rusa de sensaciones", como dice Cornelles. Es decir, de esas que no deja indiferente a nadie, que rasca en las convicciones morales del público y que le impele a responder a una pregunta comprometida: "¿Qué habrías hecho tú si te hubiera tocado tener que decidir?"

El último beso, "un dramón muy cómico o una comedia muy dramática" según su artífice, transcurre en un extraño hospital con el telón de fondo de la eutanasia. La trama se arma con tres papeles muy intensos: la transexual ´Laura´, amante de ´Xandro´, un hombre en coma, está interpretada por Carlos Bahos; Alejandra Cid es ´Erika´, una polaca elegante y fuerte casada con ´Xandro´, y a ´Dimas´, un psicólogo tetraparético que consuela a los familiares, le da vida Pablo Fortes. Cornelles está flanqueado por Beatriz Mori, ayudante de dirección, y cuenta con el apoyo de Natividad Sánchez en el movimiento coreográfico, de Katy Navarro en el maquillaje y de Jennifer Simón en la elaboración del espacio escénico (diseñado por el director y autor) y de las ilustraciones promocionales de la obra. El equipo técnico de Factoría Echegaray ha facturado el vestuario, la iluminación y los elementos escenográficos.

El último beso, segundo montaje de la segunda fase de Factoría Echegaray, se puso en escena en el Teatro Echegaray la pasada semana y vuelve a las tablas desde mañana miércoles 24 al domingo 28, con doble función el sábado 27 (la ´función del vermú´ y la vespertina). Las entradas tienen un precio de 15 euros e incluyen la oferta de 2 tiques por el precio de 1 en las funciones de miércoles y jueves.