«Ninguno de nosotros quería ser el bajista. En nuestras cabezas, el bajista era el tipo gordo que estaba detrás». Lo dijo Paul McCartney, pero todos sabemos que el exBeatle no es un gran aficionado al jazz. Porque el bajo, el contrabajo, en la música libre y de la improvisación es el latido del corazón, el armazón que sostiene las aventuras de los solistas y, también en múltiples ocasiones, otro agente que vuela por sí solo. Y no hay dos contrabajistas vivos más importantes que Ron Carter y Dave Holland, las grandes estrellas que encabezan la próxima edición, la trigésimo primera ya, del Festival Internacional de Jazz de Málaga, que del 8 al 13 de noviembre también contará con Steve Coleman and The Five Elements, Eliane Elias y John Medeski´s Mad Skillet.

«Es un festival de jazz de verano pero casi al principio del invierno», esgrimió ayer Juan Antonio Vigar, el director del Teatro Cervantes, que acogerá el grueso de los recitales, porque también se podrá oír jazz en plazas y otros espacios públicos, en chiringuitos de playa o durante el desayuno en un hotel, dentro del ciclo Málagajazz. Esta expansión forma parte de la nueva etapa del certamen jazzístico, impulsada con la llegada de Vigar a la gerencia del Cervantes y que se apoya en buscar figuras de relumbrón internacional y promocionar la cita con más intensidad (de hecho, ya forma parte del paquete de contenidos de turismo cultural que se vende en Fitur).

La programación se abrirá el 8 de noviembre con el saxofonista estadounidense Steve Coleman, que ya ha actuado en alguna que otra ocasión en el Teatro Cervantes. Coleman ha hecho bandera de la fusión, especialmente con el hip hop, desde su colectivo M-Base y su banda Five Elements, con la que toca desde 1981. Ojo (mejor, oído), que lo suyo no es mezclar agua y aceite: detrás de los diálogos entre el jazz, el funk, la música africana, el soul, el reggae y hasta la música disco hay un andamiajo teórico, viajes interiores y exteriores (el saxofonista residió en Ghana para conocer los ritmos africanos) y más ganas de interesar que de epatar. Que en su banda hayan militado la (recientemente fallecida) Geri Allen, Greg Osby o Graham Haynes, luminarias por su cuenta, avala las credenciales de Steve Coleman.

El 9 de noviembre, cita con la historia: Ron Carter celebra sus 80 años con una gira junto a su Golden Striker Trio (con el guitarrista Russel Malone y el pianista Donald Vega: como diría aquel componente de Tricicle, poca broma). Hablar de Carter es referirse al pulso de discos míticos como Filles de Kilimanjaro y ESP, de Miles Davis (donde junto a Tony Williams y Herbie Hancock redefinió el concepto de acompañamiento en el jazz), y joyas a su nombre como Piccolo o Uptown conversation.

Para el 10 de noviembre, un pequeño viraje: la compositora y vocalista brasileña Eliane Elias, que fue descubierta por el gran público en España gracias a la película Calle 54, de Fernando Trueba.

Un día más tarde, el gran John Medeski, pianista y organista de la vanguardia neoyorquina (ha tocado con John Zorn) que hizo las delicias de los aficionados al jazz con su trío de groove extremo Medeski Martin & Wood. Su nueva aventura es Medeski´s Mad Skillet y la cosa va de reinventar el jazz pantanoso de Nueva Orleans. Yo no me lo perdería.

La agenda se completa el 12 de noviembre con el británico Dave Holland, quien fuera joven prodigio (a los 21 ya fue fichado por el siempre astuto Miles Davis) de las cuatro cuerdas que ha acompañado a Chick Corea, Anthony Braxton y Pepe Habichuela. Su estilo, personal y melódico pero muy inventivo, está en decenas de grabaciones a su nombre para el exquisito sello ECM. Todo ello tendrá como fin de fiesta, el 13 de noviembre, el concierto Fancinemajazz a cargo de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga y el sexteto de Javier Navas, quienes harán un recorrido por varias composiciones ganadoras del Oscar a la Mejor Canción Original.