Lleva un mes de gira con su nuevo disco, 'Hijos del mar', y tras reconocer cierta monotonía en sus conciertos de años anteriores, Bisbal ha dado un lavado de cara a su espectáculo y se reinventa con ritmos cercanos al pop electrónico. Este sábado lo presenta en Málaga, en el Auditorio Municipal

Su nuevo disco, Hijos del mar, se anuncia como un disco «muy autobiográfico» en el que se mantiene fiel a su esencia pero buscando un sonido «más electrónico», ¿por qué ese cambio, acaso temes quedarte desfasado o superado por los actuales ritmos comerciales?

Es verdad que este disco tiene un sonido más electrónico y más moderno, pero no tiene nada que ver con el temor a quedarme desfasado o por detrás con respecto a los ritmos más comerciales. En cada nuevo trabajo yo intento siempre ofrecer cosas diferentes, y este disco representa más una evolución que otra cosa. Es un álbum que aporta muchas novedades, pero eso es simplemente por el momento en que me encuentro, a medida que vas madurando y cogiendo experiencia te atreves con más cosas y arriesgas más, y eso es lo que ha pasado. Además, justo antes de empezar a trabajar en Hijos del Mar estuve de viaje por Reino Unido y USA, dónde conocí a nuevos productores, compositores, gente muy interesante que me ha aportado nuevos registros y estilos musicales.

¿Se ve usted algún día haciendo reggaeton o música electrónica pura y dura?

Bueno, por qué no... Son dos estilos musicales que están muy de moda, con un tremendo éxito. En Hijos del Mar ya hay mucha influencia de ambos géneros musicales, pero eso sí, como bien dices en la primera pregunta sin perder mi propia esencia.

¿Es necesario reinventarse en cada disco? ¿No se corre el riesgo de perder personalidad musical, siendo usted precisamente un artista con un estilo muy marcado?

Para mi reinventarse no es necesariamente cambiar. Reinventarse es evolucionar, aprovechar los nuevos conocimientos que vas adquiriendo, la madurez, la experiencia, lo que te aporta el contacto con gente nueva e interesante, descubrir nuevos ritmos, para ir mejorando y ofreciendo siempre algo más, que es lo que el público espera de nosotros. Yo tengo claro que nunca voy a perder mi personalidad musical ni mi esencia, pero por mi forma de ser y por mi compromiso con el público necesito descubrir siempre sonidos nuevos, explorar registros diferentes, y aplicar eso a mi música. Intento poner toda mi energía en eso, y creo que en Hijos del Mar se refleja perfectamente, tanto en el disco como en la gira.

¿Cómo fue colaborar con Antonio Orozco, Pablo López o Vega? ¿Por qué los eligió a ellos?

Al empezar a preparar el disco había muchos nombres sobre la mesa, pero en el caso de Antonio Orozco, Pablo López y Vega, además de ser tres grandísimos artistas, son buenos amigos. Me parecía que podían aportar muchísimo a Hijos del Mar, como así ha sido. En este disco yo me he involucrado más en la composición, y trabajar a su lado ha hecho que todo fuese más fácil. Me siento feliz y afortunado de haberlos tenido a mi lado en este disco.

Duele demasiado habla de la difícil situación que viven los niños refugiados. ¿Los temas sociales van a tener a partir de ahora más presencia en tu carrera?

Seguro que sí, y además considero que es algo necesario y en lo que deberíamos comprometernos todos cada uno aportando su granito de arena. Duele demasiado, por ejemplo, es una canción que surgió mientras componíamos y en un descanso nos pusimos a ver las noticias y emitían unas imágenes de guerra muy duras que además afectaban a niños. Eso no puede dejar indiferente a nadie y de ahí surgió la inspiración para esta canción. Hay un montón de conflictos armados y luchas de distinto tipo en los que al final los mayores perjudicados son los niños. Con Duele demasiado nos quedó una canción preciosa, así que decidí donar los derechos a Unicef.

Ahora que vuelve Operación Triunfo todos nos acordamos de tus inicios en televisión, ¿cómo se ve 15 años después?

Han pasado 15 años... Entonces éramos muy jóvenes. Ahora me considero una persona más madura, con más experiencia, lo que te da más seguridad. Pero también te digo que los nervios por la responsabilidad nunca van a desaparecer. Sigo siendo una persona con una gran energía, pero es verdad que ahora la controlo mucho mejor. Y eso me ayuda a afrontar día a día el reto de hacer feliz a mi gente desde el escenario y yo sentirme igual de feliz sobre el mismo. Estoy en un momento además muy positivo tanto a nivel profesional como personal, lo que me permite también buscar con cada nuevo proyecto el modo de evolucionar, de buscar nuevos sonidos, de disfrutar cada día más de lo que hago, del contacto con el público, de los conciertos...

¿Cómo afronta esta gira, es duro el ritmo de conciertos?

Está siendo duro el ritmo de conciertos, pero sobre todo cada uno de los conciertos en sí. Todo el mundo que venga a Alicante lo podrá vivir y se va a sorprender, porque todo pasa muy deprisa, y la gente acaba tan cansada como yo, pero con la misma felicidad. Más que un simple concierto lo que la gente va a ver es un espectáculo musical, con una producción muy moderna, con la música totalmente integrada en la parte visual. Se crea un ambiente muy especial, un espectáculo de luz, sonido y baile. El fin de fiesta, por ejemplo, es algo que nadie puede perderse, tiene mucha energía... y no cuento más (risas).