Oona O´neill no fue la única obsesión de J.D. Salinger, el escritor norteamericano estuvo enviando incansablemente sus relatos cortos al New Yorker esperando una oportunidad para verlos impreso. Durante un encuentro en Nueva York, Truman Capote, éste le dijo al joven novelista que ningún escritor alcanza el éxito si no le han publicado antes y ahí comenzó su inquietud. La obsesión de Salinger, que más tarde se cansaría de su fama, de cierta forma la adoptó de Capote. Al igual que el director de Tales, Ignacio Rodríguez, hizo suya la obstinación del autor de El guardián entre el centeno y decidió crear una revista especializada en los relatos cortos.

El arte no es hermético y es capaz de unir generaciones. «Fue esa tontería, ese interés que tenía el escritor en ser publicado en una revista o en papel la que me ha llevado hasta aquí», confiesa Rodríguez. El director de la revista malagueña comparte el mismo conflicto generacional de muchos jóvenes españoles. Terminó hace un par de años la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas. Empezó a trabajar en una agencia de Madrid y no tardó en descubrir que no quería ser publicista. Volvió a Málaga y hace un año y medio decidió retomar el que fue su proyecto de fin de carrera: Tales, una revista literaria en papel enfocada a publicar a autores noveles. El objetivo de la publicación, que ya va por su quinto número, es «dar voz a ese escritor que está en su casa, somos el escaparate», explica Rodríguez.

Lo único que se les exige a los participantes es que sus relatos sean inéditos. En reciben unas 150 historias trimestralmente y seleccionan exhaustivamente tres. «Escogemos los que son creíbles aunque sean de ficción. La idea es que el folio te transmita la historia, no hacemos críticas literarias ni entramos tampoco en diatribas políticas». Además de los relatos noveles, la publicación, que puede encontrarse en librerías como Áncora, Luces o Proteo, se completa con entrevistas y firmas de reconocidos autores como las de Álvaro Pombo, Antonio Soler , José Antonio Marina,Juan Manuel Bonet, Use Lahoz, Gabriela Ybarra o Guillermo Busutil.

Todos los comienzos son difíciles. El director de Tales reconoce que el «talón de aquiles» de la revista fue la distribución. «Al principio iba a Madrid con la maleta cargada de revistas y recorría las librerías». Año y medio después cuentan con algunos patrocinadores y están presentes en Madrid, distintas ciudades del norte de España, Andalucía y por supuesto Málaga. Ya acumulan más de mil lectores y van creciendo poco a poco. Sin embargo, admiten que es un reto encontrar jóvenes interesados es la literatura, aunque sea breve.

El nombre de la revista, de tirada trimestral y que actualmente prepara su sexto número, proviene de la traducción en inglés de la palabra «cuentos». A la idea de Rodríguez se unieron como colaboradores María Bedoya, Antonio Cózar, Esteban Martín, Gonzalo Campos, Carmen Rodríguez y Fernando del Moral. Todos ellos capitanean un nuevo barco liteario malagueño cuyo destino es la calidad.