Se suele decir que la inspiración llega en los peores momentos. Esta afirmación cobra sentido en 'El séptimo círculo del infierno', la última entrega del escritor y profesor universitario, Santiago Posteguillo. En ella saca a la luz la historia de quince escritores y quince escritoras que fueron perseguidos, exiliados, perdieron un ser querido o sufrieron censura, pero lograron escribir obras maestras. Ha presentado su nuevo libro en Fnac Málaga este viernes.

¿Qué ha querido mostrar con El séptimo círculo del infierno?

He querido recuperar a los escritores malditos que han estado perseguidos históricamente por los nazis, la Inquisición, el KGB o la censura. Y recuperar también a esas escritoras olvidades que no están debidamente reconocidas.

¿Qué le gustaría conseguir con este nuevo libro?

Lo que me gustaría es que cuando la gente termine de leerlo salga corriendo a buscar los libros de los autores de los que hablo. Despertar la curiosidad sobre sus obras.

Habla de los infiernos que han sufrido los escritores y escritoras a lo largo de la historia. ¿Cree que sigue ocurriendo en la actualidad?

No lo dudes. Si nos centrásemos en el ámbito del periodismo, podemos decir que estamos en los peores años. Hay muchos periodistas que han fallecido por intentar contar lo que pasa en sus países. Al igual que hay escritores que no pueden contar aquello que quieren desde Venezuela o China. Pero, incluso si nos centramos en los países democráticos como España, hay ciertos grupos de poder que interceden cuando hay algo que no les interesa.

¿Corre peligro la libertad de expresión, entre otras cosas, por la Ley Mordaza?

La libertad de expresión existe en España, pero siempre que haya un medio de comunicación público los poderes van a exigir ciertas cosas. Lo que tenemos que conseguir es que haya libertad e independencia para que los profesionales puedan contar lo que quieran y dar su opinión en sus crónicas, por ejemplo.

Uno de los puntos que trata es la censura que muchos sufrieron. ¿Alguna vez le han prohibido escribir sobre algo o ha tenido que autocensurarse?

Autocensurarme no, pero sí que he sentido presión alguna vez. He recibido anónimos diciendo que por qué no escribo en un idioma u otro, y yo creo que un escritor tiene que escribir en el idioma que le sea más cómodo.

En el libro cuenta las historias de algunas escritoras que no han sido reconocidas como merecían. ¿Piensa que actualmente la mujer sigue estando relegada a un segundo plano?

Hemos avanzado bastante, sobre todo en el mundo occidental, pero es cierto que todavía no hemos llegado a una completa igualdad. He incluido en el libro, que tiene 30 relatos, la misma cantidad de historias sobre escritores y escritoras. Hay personas que lo han leído y han dicho sorprendidos: "¡Cuántas mujeres!". Eso es un claro indicador de que aún no está conseguido. La historia ha sido contada siempre por hombres, pero solo había que mirar bien y ver que sí que había mujeres que escribían, pero no se las ha reconocido. Es el caso de Julia de Burgos, Cristina de Pizán o Safo de Lesbos.

¿Seguimos repitiendo los grandes errores de la historia?

Sí. El siglo XXI está siendo una reconstrucción del siglo XX. Comenzó con una bonanza económica que pasó a una crisis financiera y a una larga depresión. Más tarde surgieron los fascismos. Estamos reproduciéndolo bastante bien. Hoy ya hay una alternativa nacionalista en Alemania... espero que nos saltemos algunos pasos.

¿Cómo ve la situación que se está viviendo en Cataluña?

Llegados a estas circunstancias lo que hay que hacer es acatar las leyes. Una vez que se respeten las leyes se podrá hablar, negociar y remar en la misma dirección para conseguir, por ejemplo, que la educación promueva el respeto y la convivencia. Lo triste es que acabará pagando por todo esto gente manipulada. Hay una frase que dice: en los conflictos, al final el daño físico se lo lleva la gente que no se conoce por gente que sí se conoce pero que no quiere hablar entre sí. Eso es lo que pasará.