Las pintadas que podrían encontrarse en el muro de cualquier ciudad parecen realizar fintas de esgrima alrededor de cabezas tan egregias como la de Velázquez o su retratado papa Inocencio X, que le mira de reojo desde otro lienzo.

En No solo muros, la nueva muestra del pintor malagueño Marcos Cañada, los cuadros cuelgan entre ropa ‘urbana’ de la tienda The Place Soho de calle Córdoba. «Ellos son proveedores míos de espray y me comentaron que a ver cuándo hacíamos algo juntos», explica.

El pintor, nacido en Málaga en 1972, explica que el espray lo emplea no para ejercitarse en el arte urbano sino para sus cuadros, en los que conviven pintadas de aerosoles con óleo en algunos de ellos.

El resultado son 28 obras de clasicismo pop, «incluso con algo de surrealismo», apunta el artista, como el Moisés de Miguel Ángel, que ha reinterpretado metralleta en ristre. Para Marcos Cañada, «la pintura es figurativa; puedes llegar a la abstracción pero desde la figuración».

En este clasicismo pop abundan, por supuesto, los modelos clásicos actualizados. Entre ellos, además del Moisés; el Lacoonte; El rapto de Proserpina de Bernini; el Neptuno de Falconet o el fauno danzante, un anónimo griego «pero para todo el que haya hecho dibujo clásico es una figura que casi nos han obligado a hacer mil veces», cuenta el artista, que estudió decoración en la Escuela de Arte de San Telmo.

También hay espacio para personajes del siglo XX como Marilyn Monroe, que el malagueño ha pintado rodeado de los rostros de sus amores, desde Kennedy a Arthur Miller, y un enigmático retrato de John Lennon que refleja sus dos personalidades: «La parte rosa pop de McCartney y la parte oscura de Yoko Ono», ríe.

En muchos de ellos, comenta el artista, se aprecia también la influencia del diseño gráfico, «todo lo que es el cartel clásico, la publicidad, todo eso está en mi cabeza y por eso sale lo clásico con el texto, la tipografía y el espray con el mundo pop».

Marcos Cañada, que en 2015 demostró su pericia con los retratos de actores y actrices de Hollywood en la muestra Arte y exorcismos, en el jardín de La Concepción, cuenta que también es retratista por encargo, «pero siempre aviso de que el que quiera algo mío será siempre con mi estilo y si le veo de alguna manera, le daré un color fuerte al fondo, algún tema de tramas o gráfico».

En No solo muros hay además dos llamativos retratos de Inocencio X, una visión muy personal de la famosa obra que realizó Velázquez y una segunda versión más alejada del original -que Marcos Cañada pudo ver en una salita del palacio romano de Doria-Pamphili- «Para mí es el mejor retrato de la Historia», subraya.

Marcos Cañada aprovecha las noches, cuando regresa del trabajo, para crear su obra. Por eso bromea y llama a la decoración su «hobby y a la pintura, su «trabajo». Los cuadros le avalan.