Elementos que recuerdan a lo vegetal pueblan desde este miércoles el espacio dedicado al público más joven en el Centre Pompidou de Málaga, donde la diseñadora francesa Matali Crasset ha creado un bosque en el que los niños podrán experimentar a través de los cinco sentidos.

'Blobterre' es el nombre de este mundo imaginario que responde a un tema que interesa mucho a esta artista, "cómo se integra la naturaleza en el espacio urbano", ha explicado en la presentación de esta exposición-taller Isabelle Frantz-Marty, jefa de este proyecto del Centre Pompidou de París.

La diseñadora reinterpreta distintos usos y códigos "y propone un paso adelante para reinventar el concepto de la naturaleza", según Frantz-Marty.

"Para Crasset, trabajar con niños es apasionante, porque todo es posible y se permite todo, y es una oportunidad de inventar todo un mundo con su propia historia, su propia lógica, sus sonidos y sus elementos vegetales, en un trabajo muy completo, porque abarca incluso los aromas de este mundo", ha añadido.

La ficción concebida por esta diseñadora está basada en los "blobterrienses" que habitan en las ciudades, espacios verdes que le han ido ganando terreno al asfalto para convertirse en oasis que representan un lugar de libertad y de experimentación.

"Entrar en 'Blobterre' es penetrar en una ficción donde todo es híbrido y artificial, se reinventa el espacio urbano y cada uno participa proyectando aventuras colectivas", ha señalado esta responsable del Pompidou de París.

Al mismo tiempo, permitirá al público "cuestionarse el mundo que nos rodea, dando la mirada a otras culturas que están más cercanas a la naturaleza que la nuestra".

Se trata de "un espacio insólito que invita a todos a descubrir un mundo sensorial y, como todos los jardines, refleja un mundo mixto, ni totalmente natural ni completamente humano".

En 'Blobterre' se demuestra que "explorar el interior es también intentar encontrar la complicidad con el medio ambiente que nos rodea", ha resaltado Frantz-Marty.

Crasset considera "apasionante trabajar con niños, porque no fingen y no tienen filtros, y hay una especie de libertad, de apropiación y de curiosidad en el modo de utilizar las cosas que le gustaría ver en todos", según la jefa de este proyecto