La cantante malagueña Pasión Vega alarga la celebración de las cuatro décadas de «esfuerzo y felicidad» que podrían resumir su vida, según ella, con un nuevo disco titulado 40 quilates, un álbum de estudio con temas inéditos en el que ha tratado de constatar la etapa brillante que atraviesa con aires de renovación.

«Me siento en un momento de esplendor, sereno, mucho más sereno que hace una década. Siempre he sabido lo que quiero, pero ahora lo sé transmitir mejor», señala. En 40 quilates (Concert Music), su octavo disco de estudio, conmemora también los 25 años de carrera transcurridos desde que en 1993 se proclamara ganador de un concurso de radio que le permitió grabar su primer sencillo, Estos detalles.

Nacida como Ana María Alías Vega (Madrid, 1976), esta malagueña de crianza bebió desde muy niña de una variada colección de casetes bendecida por el buen gusto de sus padres, «muy melómanos», integrada por Armando Manzanero (al que debe uno de los cortes del nuevo álbum), Mercedes Sosa, la canción francesa... Fue a los 13 o 14 años cuando descubrió la copla, género que ha marcado gran parte de su discografía. «Me recuerdo viendo películas de Imperio Argentina, Concha Piquer y Juanita Reina, también de Lola Flores, y fascinarme por el arte y salero que tenían aquellas mujeres», cuenta.

Desde aquel primer Pasión Vega (2001), entre sus trabajos también se han dado tributos a autores como Joan Manuel Serrat o Juan Carlos Cano, al que dedicó precisamente Pasión por Cano (2014), el álbum que precede a su nueva apuesta discográfica.

Esta vez, Vega ha querido apostar por un repertorio nuevo, hecho a su medida, pero mirando hacia delante, hacia generaciones más jóvenes de compositores, con «14 joyas» que llevan la firma de Jorge Marazu o El Kanka, al que pidió prestada su tema Querría.

«Me pareció tan maravillosa... Nuestros públicos son muy diferentes, pero pensé que, a pesar de ello, era una canción que encajaba perfectamente con el momento dulce en el que estoy», explica. En su afán por renovarse, además, en el lento proceso de conformación de 40 quilates ha contado como productor con Fernando Velázquez, compositor y director musical que cuenta en su haber con un Goya a la mejor banda sonora por Un monstruo viene a verme.

En breve inicia en recintos emblemáticos la gira de presentación del álbum, empezando el 23 de octubre por una nueva visita al Teatro Real de Madrid. Le seguirán el 9 de diciembre el Gran Teatre del Liceu de Barcelona y una cita que no la impresiona menos, la del 15 de diciembre en el Teatro Cervantes de su Málaga. «Tocar en casa es una responsabilidad y me pongo de los nervios», reconoce.