Más que debatir sobre los puntos que deberían ser objeto de control por parte de la empresa que audite la gestión privada del Centro municipal de Arte Contemporáneo, los grupos municipales reunidos ayer a tal efecto fueron informados por el Ayuntamiento, a través de la concejala de Cultura, Gemma del Corral, de que la auditoría se ceñirá a lo que expresa el contrato firmado por el Consistorio y la empresa de Fernando Francés, Gestión Cultural y Comunicación.

Con este golpe de timón de «auditar solo el contrato», se tiene la sensación, según afirmó el concejal de Ciudadanos Gonzalo Sichar, de que el Ayuntamiento «quiere maquillar la labor de Francés», puesto que no se investigarán los sobrecostes de las obras, las incompatibilidades del empresario a la hora de la compra venta para el centro a través de su entramado de empresas o si el centro cumple con el código deontológico del Consejo Internacional de Museos (ICOM), organización a la que dice pertenecer.

La fuerzas políticas han quedado emplazadas a que propongan nombres de las aquellas empresas auditoras que podrían presentarse al concurso para realizar la auditoría del CAC. Fue a finales de junio cuando el pleno municipal aprobó, a propuesta del PSOE, el cambio hacia una gestión pública del CAC y una auditoría externa de su gestión. El contrato de gestión de Fernando Francés expira el próximo mes de abril, aunque, según palabras de Gemma del Corral, el documento contempla «la posibilidad de una prórroga de un año más». La propia Del Corral ya ha manifestado que lo importante es no «desbaratar el plan expositivo del 2018», dando a entender que la postura municipal es que Francés continúe al frente del CAC hasta abril de 2019.