«Una librería, aun siéndolo, es más que un comercio. Es una república de las letras, en cuyos foros se trafica con libros y se intercambian ideas, sugerencias y alientos». Esta certera reflexión recibe al visitante en la planta superior de Proteo-Prometeo, el mítico negocio malagueño que este lunes recibió el Premio Librería Cultural 2017 por su incansable difusión del libro. Una labor que llevan desarrollando casi medio siglo, desde 1969.

Sentados en la gran mesa que sirve para las reuniones del personal y los talleres de lectura, y rodeados de archivadores AZ, el fundador de la librería, Paco Puche, y su actual director, Jesús Otaola, afrontan la jornada del lunes con una sonrisa más amplia de lo habitual gracias a este galardón otorgado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) en colaboración del Ministerio de Cultura. El jurado del premio, con una dotación económica de 9.000 euros y formado por personalidades relevantes del mundo del libro como el escritor Sergio del Molino, los periodistas Inés Martín Rodrigo y Guillermo Busutil (colaborador de La Opinión) y la editora Silvia Sesé, además de José Manuel Anta, representante de la asociación de distribuidores FANDE, y miembros de la junta directiva de Cegal, ha remarcado la «tarea continua de dinamización cultural y de difusión del libro y la lectura» de la librería malagueña.

«El premio tiene a mi juicio dos significados. El mundo de las librerías no está en expansión, sino más bien en decadencia. Y ocurre que aquellas librerías que no se han rejuvenecido y adaptado han caído. Este premio, aunque se otorga por nuestro último año, lo es también a nuestra constancia. Igualmente, creemos que es un premio para la ciudad. Este reconocimiento aúna las intenciones que hemos tenido desde siempre: contribuir al mundo de la cultura y a la ciudad», destaca Puche.

Otaola, por su parte, sostiene que la librería no es solo un lugar donde hay muchos libros, sino un espacio en el que se desarrollan numerosas actividades, como presentaciones, encuentros con autores o cursos de escritura, además de ser un espacio «en constante colaboración» con otras instituciones malagueñas (Universidad, Ateneo, Centro Andaluz de las Letras, Sociedad Económica Amigos del País...) y abierto a toda la provincia, con actuaciones que van «desde Antequera al Rincón de la Victoria». «El premio no solo reconoce el trabajo propio de la librería y a las más de 600 actividades que hemos realizado este año, sino también a nuestra actuación gremial. Estamos muy metidos en el apoyo a las librerías independientes y en la creación de un grupo de librerías a nivel nacional para evitar que las multinacionales nos coman», afirma el actual director de Proteo-Prometeo.

Paco Puche remarca que la librería, ubicada en el número 3 de la calle Puerta Buenaventura, también ejerce de editorial, una línea de negocio a la que han dado «un impulso enorme» en los últimos años. «La editorial existe desde hace casi 25 años, pero éramos unos editores clásicos: nos gustaba un libro, lo financiábamos e imprimíamos dos o tres mil ejemplares. Editábamos un libro o dos al año. Cuando surge lo digital, se abarata todo y las tiradas se adaptan: cuesta casi lo mismo hacer cien que mil ejemplares. Y entonces propusimos la autoedición. Así creamos la editorial de la gente. Porque no es una autoedición al uso, sino que cuidamos al autor, le ofrecemos la distribución, la posibilidad de presentar su libro aquí si quiere... Y esto ha funcionado».

«La librería palpable»

Aunque la gran amenaza de Amazon -«el monstruo de las librerías y de otros muchos negocios», reconoce Puche- está siempre presente, estos libreros tienen claro que su fortaleza es el «espacio local». «Estamos en el espacio global y si nos piden un libro de Venezuela, lo traemos. Pero nuestro espacio local es mucho más nuestro y es el que cultivamos. La proximidad es nuestro fuerte. Somos la librería palpable», recalca el fundador de este negocio.

Para Otaola, el principal secreto del éxito de la librería malagueña es muy sencillo: «el amor al libro». «Amar los libros y pensar que estamos jugando con el sueño de muchas personas. Y que la primera misión de nuestro trabajo es atender esos sueños. Y también saber transmitirlos».

Pese a los constantes reconocimientos, también obtuvieron el año pasado el Sello de Calidad de Librerías del Ministerio de Cultura, las dificultades «siguen existiendo» en Proteo. «Las ventas han llegado a caer a la mitad. Y nos hemos tenido que adaptar a la nueva realidad», confiesa Puche. Pero el empeño de ambos parece estar por encima de cualquier contratiempo. « Sabemos que el esfuerzo te hace llegar a donde quieres», apunta Otaola.

Los responsables de Proteo aseguran no entender un futuro sin festejar el medio siglo de la librería, que se cumplirá en 2019, y sin alcanzar ese balance entre ventas y gastos que se resiste a llegar, aunque la situación económica mejora día a día. Su empeño, constancia y profesionalidad son las armas con las que vencen a los gigantes de internet y a los que presumen, que los hay, de no haber leído nunca un libro.