«Hasta hace no tanto, Málaga podría ser considerada una utopía, un no-lugar cultural, un sueño con dudosas posibilidades de cumplirse. ahora, el Centre Pompidou Málaga, unido al resto de museos de la ciudad, está consiguiendo transformar la ciudad», destacó durante la presentación de la semipermanente José María Luna, director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y Otros Equipamientos Turísticos y Culturales. De momento, los datos, las cifras parecen acompañar esta utopía realizada con marca francesa: desde marzo del 2015 hasta el 1 de diciembre de este año, las taquillas de la pinacoteca del Muelle Uno han registrado casi 500.000 visitas. Números que invitan al optimismo sobre el futuro a corto y medio plazo de esta aventura (recordemos que el Centre Pompidou firmó su desembarco malagueño para cinco años, prorrogables, como máximo, a diez). «Por parte del Ayuntamiento ya hemos dejado clara nuestra voluntad de continuidad del proyecto. Hemos hablado pero no hay nada firmado. Pero entiendo que esa voluntad es compartida», apuntó el alcalde, Francisco de la Torre. A lo que Serge Lasvignes, el máximo responsable del centro parisino, matizó: «Queremos que continúe la colaboración. En qué forma y en qué condiciones... ése será el objeto del diálogo». Y De la Torre, quizás imbuido por el espíritu de las utopías modernas que conceptualizan la nueva semipermanente del Pompidou, añadió: «¿Por qué no una continuidad más allá de la prórroga?».