El 35 Festival de Teatro de Málaga dijo adiós el pasado fin de semana llenando el Teatro Cervantes con el colorido y la frescura del musical Priscilla, reina del desierto, combinando en el Echegaray la imaginación del infantil En las nubes con las carcajadas del Justo a tiempo de Síndrome Clown y la brillantez de Síndrhomo, uno de los hallazgos de esta edición, y brindando los últimos y suculentos potajes de Hambre en el Hotel Vincci Posada del Patio. Estas cinco últimas propuestas resumen el carácter ecléctico de una edición que además de convencer a la crítica especializada ha logrado cifras históricas de acogida de público. En total, 22.167 espectadores asistieron a 74 funciones de 42 obras distintas en las que se ha podido viajar de la comedia al drama, de la performance en concierto al musical de pequeño y gran formato o de la danza a los títeres. La cifra de asistencia es más que relevante dado que es un 14,2 % superior a la obtenida en la edición de 2017, que con 19.407 espectadores ya había obtenido un significativo crecimiento respecto a los festivales precedentes.

Varios de los ocho estrenos programados lograron llenos absolutos, como Lysístrata, puesta de largo de Las Niñas de Cádiz; Los fusiles de la señora Carrar, aproximación de La Imprudente a la ´desbandá´ en un texto poco representado de Brecht, y Chaquetera, experimental apuesta de Alessandra García diseñada para los camerinos del Cervantes. También agotaron el papel los 15 menús de Hambre, las dos funciones de La comedia de las mentiras y las dos de Alicia en el País de las Maravillas, así como Lo mejor de Yllana, Shakespeare en Berlín, el III Anverso/Reverso y algunas de las funciones de Priscilla, el infantil Ondina glups y El lunar de Lady Chatterley, y otros tantos espectáculos rozaron el lleno. Obras de la cartelera nacional como La cantante calva, Troyanas, Chefs o la intensa y sobresaliente Caída del cielo de Rocío Molina y los estrenos malagueños de Acuario Teatro (El emocionómetro del Inspector Drilo), Apasionaria (Federico, en carne viva), la compañía Sr. Correcto (La verdadera historia de la muerte de FF) y La Böhemia (El baile de los incoherentes) alcanzaron asimismo rotundos éxitos de público.

Datos comparativos de las últimas ediciones del Festival de Teatro de Málaga

Los datos relativos reflejan este buen comportamiento de la mayoría de las 42 propuestas ofrecidas al público entre el 7 de enero y el 11 de febrero de 2018. La tasa media de ocupación se disparó hasta el 78 %. La oferta del Teatro Cervantes (24 pases de 13 espectáculos en su sala y 2 funciones de Chaquetera en sus camerinos) fue disfrutada por 16.339 personas, que coparon el 77 % del papel disponible. El Teatro Echegaray, que recibió 31 funciones de 25 espectáculos, entre ellos el grueso de los estrenos y las obras más arriesgadas, alojó a 4.469 espectadores, que ocuparon el 66 % de las butacas. Por su parte, la Escuela Superior de Teatro de Málaga acogió dos obras de Yllana que llenaron el 86 % de su patio (759 espectadores), y el Vincci Posada del Patio no dejó ni una silla libre en los quince almuerzos de Hambre (600 comensales-espectadores y un 100 % de ocupación).

La 35 edición se ha convertido en la segunda en número de butacas ocupadas de la serie histórica del Festival de Teatro, únicamente superada por la 31, celebrada en 2014 y que ofrecía ocho pases del musical Grease. De hecho, el encuentro recién finalizado refleja mucho mejores cifras que otros festivales que incluyeron un gran espectáculo musical en su cartel, como la edición 28, que programó siete funciones de Chicago, o la número 27, que brindaba seis oportunidades para ver Fiebre del sábado noche.

Compañías consagradas, apuestas locales e intérpretes de prestigio

La presencia de Aitana Sánchez-Gijón y Maggie Civantos en Troyanas o de Adriana Ozores y Fernando Tejero en La cantante calva, el regreso de Rocío Molina con su Caída del cielo, la soberbia actuación de Kiti Mánver en Sensible, el doblete de Ana Fernández con El lunar de Lady Chatterley y 3 hermanas, la notable adaptación de Smoking room con entre otros Edu Soto, y el encuentro con su público de Pepón Nieto y María Barranco en La comedia de las mentiras han sido algunos de los atractivos del 35 Festival. Compañías consagradas como La Fura dels Baus, Yllana, Laviebel o Síndrome Clown, coproducciones entre el Centro Dramático Nacional y Atalaya (Así que pasen cinco años) y apuestas muy singulares de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (Sueños, con Juan Echanove) han coincidido en poco más de un mes de actividad con 16 piezas montadas por equipos malagueños.

Junto a los aplausos recibidos por los estrenos citados, lograron también el calor del público los espectáculos malagueños de Nuevo Teatro Musical y su divertidísimo y desmitificador (Des)montando musicales. Capítulo 2. Andrew Lloyd Webber, y la producción de Sibila Teatro que ganó MálagaCrea, ¿A quién te llevarías a una isla desierta? Ambos se exhibieron en el Echegaray, recinto por el que desfilaron exquisiteces de compañías de prestigio de todo el territorio español que han recogido sobresalientes críticas, como Viridiana (Ligeros de equipaje, una de las obras que más emocionó al público este año), EscénaTe (Gente estúpida), La Teta Calva (Síndhromo), la compañía de Rafa Alarcón y Jerónimo Cornelles (Desde el infierno), Síndrome Clown (Justo a tiempo), Laviebel (Carpe diem), Pérez&Disla (Cariño, 1er premio de la Mostra de Alcoy) o Apata Teatro (el monólogo de Daniel Albaladejo Malvados de oro).

La programación oficial se ha complementado en el Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio con una exposición de fotografías y la presentación del libro-disco Espejo. Capricho escénico, un acto con música en vivo incluida que anticipó el multidisciplinar espectáculo lorquiano concebido por Javier Viana y exhibido en el Cervantes. Paralelamente al 35 Festival de Teatro de Málaga, y con objeto de reflejar las últimas tendencias escénicas alrededor de su programación, el Teatro Cervantes y el Teatro Cánovas han puesto en marcha el proyecto Innovación Escénica con la puesta en escena de Retrotopía o cómo morir de nuevo, una obra inmersiva para un máximo de 18 personas por pase desarrollada por Stroke114. Un total de 506 espectadores (cifra no incluida en el cómputo final del Festival) han recorrido entre el 10 de enero y el 10 de febrero la sala B del espacio de la Junta de Andalucía en este montaje con el que también se inaugura Factoría Innovación, rama de la productora municipal Factoría Echegaray.

Junto a toda esta actividad diseñada por el Teatro Cervantes, un extenso Off en el que han participado las salas Urte Teatro, Microteatro Málaga, la Sala Joaquín Eléjar, La Cochera Cabaret y La Caja Blanca ha demostrado la capacidad de colaboración de los teatros municipales con la oferta escénica privada y asociativa.

El Festival de Teatro de Málaga ha contado en esta 35 edición con el patrocinio de Obra Social "la Caixa" y la colaboración de Centro Porsche Marbella