La curiosidad imparable, el deseo de superar retos y la búsqueda de los sueños son tres de las características que han guiado al hombre a lo largo de su evolución. Desde los humanos prehistóricos hasta que el hombre consiguió surcar el cielo como los pájaros, cumpliendo así uno de los mayores anhelos de la humanidad.

Esta es la historia que el Circo del Sol propone en Totem, un espectáculo que ya han visto más de 5 millones en el mundo, cifra que se incrementará después de su paso por Málaga, donde la carpa gigante de esta fábrica de ilusiones quedará instalada en el recinto ferial de Cortijo de Torres entre el 1 de junio y el 1 de julio. La compañía canadiense no levantaba su carpa en Málaga desde 2006, cuando llegó por primera vez a la ciudad con Dralión. Las entradas para Totem, a partir de 35 euros, ya están a la venta.

Totem, como todos los espectáculos del Circo del Sol, tiene un hilo conductor, una historia que guía el desarrollo de la producción a través de la imaginación y de la estimulación de los sentidos y las emociones. Y en este caso, la compañía fundada en 1984 por Guy Laliberté propone un viaje fascinante por la evolución humana y por el orden de las especies. De ahí que el eje central del escenario sea el esqueleto del caparazón de una tortuga gigante, que pesa más de 1.200 kilogramos, que sirve como elemento integrador de este viaje que empieza en el origen anfibio hasta la aventura de volar, dando cabida a las especies que comparten el planeta con el ser humano. De esta manera, Totem explora el proceso evolutivo de las especies, la búsqueda constante del equilibrio y la curiosidad que empuja al hombre a ir más allá, más rápido y más alto.

Para ello, en este espectáculo participan 46 artistas, entre acróbatas, actores, músicos y cantantes, que proceden de 16 países del mundo, a los que acompañan 70 técnicos que velan por que todo esté a punto en el escenario y fuera de él. Entre los números destacados, luz, colorido, proyecciones y acrobacias imposibles, sello del Circo del Sol. Danza con aros, saltos acrobáticos, trío de anillas, monociclos de 2 metros de altura con cuencos, equilibrio sobre manos, diábolo, dúo en trapecio fijo, manipulación, patinadores, barras rusas, contorsiones insólitas y escaladas son algunos de los sorprendentes números supervisados por la directora artística, Neelanthl Vadivel.

Totem, que desde el punto de vista técnico es la primera producción híbrida del Circo del Sol porque se puede representar tanto en teatros como bajo la gran carpa, es una creación del escritor y director Robert Lepage, que ya firmó KÀ para esta compañía en 2004. «¿Qué ocurre con el circo que nos cautiva de esta manera?», se pregunta Lepage. «Presenciamos la transformación del ser humano. En el reducido espacio de tiempo en que se encuentran en el aire o realizan una hazaña acrobática, los artistas circenses se convierten en algo más que hombres y mujeres, son semidioses y nos sentimos transportados a un mundo mitológico». Totem se estrenó a nivel mundial en Montreal en abril de 2010 y se ha representado más de 2.500 veces en 35 ciudades del mundo.