Picasso sigue marcando la actualidad malagueña, aunque por muy distintas razones. Mientras el pasado jueves, el pintor de la plaza de la Merced conquistaba la pantalla del Teatro Cervantes gracias a Antonio Banderas y la serie Genius, de National Geographic, ayer fueron los trabajadores del Museo Picasso los que se convirtieron en protagonistas por sus reivindicaciones laborales.

Al mediodía, la primera de las huelgas convocadas por los trabajadores de la pinacoteca ante el bloqueo en las negociaciones del nuevo convenio obligó a cerrar al público la exposición temporal Y Fellini soñó con Picasso, inaugurada a mediados de febrero. La visita a la colección permanente se mantuvo abierta gracias, según lamentó José López Bravo, miembro del comité de huelga de CCOO, a que la empresa «contrató a personal de seguridad» para «sustituir a los trabajadores de sala». Una medida que denunciarán al «vulnerar» el derecho a la huelga de los afectados.

López Bravo, que ayer acompañó a los empleados que se manifestaron con pitos y banderolas en la puerta del museo ante la mirada atónita de los turistas, aseguró que durante el periodo de negociaciones, en el que los trabajadores solicitan revertir la situación que vive la plantilla desde 2009 ante «una pérdida de poder adquisitivo del 16 por ciento del salario base, además de las pérdidas de complementos y mejoras sociales como festivos, horas extras, horas complementarias, seguro médico o ayuda escolar», se han topado con la «cerrazón de la empresa» para facilitar un acuerdo entre las partes.

Entre las principales exigencias de la central sindical están la mejora en la calidad del empleo, reconvirtiendo temporales desde hace más de diez años en indefinidos, garantizar la igualdad en las condiciones laborales, recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2009 o la adecuación de la jornada actual de trabajo, entre otras.

De no acercar posturas, CCOO anuncia que mantendrá las concentraciones y convocatoria de huelga anunciadas para los próximos 28, 29 y 30 de marzo. El Museo Picasso de Málaga es la pinacoteca más visitada de Andalucía y su plantilla está formada por unos 100 trabajadores.