Qué inquietante sensación esa de no poder pegar ojo sabiendo que el nuevo día va a brindarte una dura jornada. Soluciones: acostarte antes, tomarte una infusión relajante o aguantar el vendaval hasta el fin de semana. Peor, ¿y si a la vez esa dura jornada te acerca un poco más a ese día tan esperado? Si hubiera que describir los efectos de los nervios, cansancio e ilusión en una persona, sólo habría que mostrar una fotografía de David Martín. El bailaor malagueño llega al Teatro Cervantes, donde tantas veces ha actuado. El histórico lugar es testigo de su aspecto. Apuesta por las gafas de sol para esconder unos ojos rendidos. No se la juega. Lo que no ha visto es el brillo de alegría que los mismos desprenden, el júbilo de quien está a unos días de comenzar con su nuevo proyecto: la Escuela de Danza y Música David Martín.

«Mis dos fuentes de la vida. Málaga y la música. Por eso vuelvo, para crear la escuela», afirma radiante David. El artista ha decidido hacer un paréntesis en su dilatada carrera para enfrascarse en un proyecto que supone «una ilusión» para él. «Aunque siempre estaré ahí, ha sido duro retirarme un poco de la compañía en la que comencé siendo un niño. Tengo mucho que agradecerle a Sara Baras, tanto en lo personal como en lo profesional».

Su alusión a Sara es continua. Su mentora, la que le enseñó el camino hacia la danza profesional, el mismo camino que ahora pretende mostrar en su nueva escuela: «Nuestra idea es formar grandes profesionales de la danza y música. Se va a ofrecer un espacio sin barreras, un templo donde el lenguaje será el amor, la música y la danza», avanza.

David Martín puede afirmar con orgullo que no estará solo en esta nueva aventura, y es que el elenco de instructores es «galáctico», con Camarón de Pitita o Bonela hijo, entre otros. «Además», añade, «tenemos la idea de traer cada mes a un artista de reconocimiento internacional para impartir cursos. Para la inauguración, contamos con Antonio Canales, maestro de maestros, y con Marlene Fuerte, la mejor bailarina del mundo», explica Martín. «Eso es muy importante a la hora de sacar grandes bailarines y músicos de la ciudad de Málaga», destaca.

Bajo el lema La danza es terapia, la escuela pretende ayudar a los jóvenes que amen este mundo, así como el de la música, sea por afición o para dedicarse profesionalmente a ello: «Queremos que con 14 ó 15 años vayan por el mundo a bailar estando preparados», asevera Martín.

Otra de las máximas del centro: «Un espacio por y para todos», la inclusión en la música y el baile. «Está adaptada totalmente a todo el mundo, no hacemos clases especiales, sino que la clase se adapta a todos, se tenga una discapacidad física, psicológica o no se tenga», asegura David, quien sabe muy bien lo que es enfrentarse a dificultades físicas: sufrió un severo accidente de coche (al detalle, en el despiece superior). «Nunca dudé tras el accidente: bailar iba a bailar, no sabía si sería con mis dos piernas, pero lo haría como fuera». Ése es el espíritu que el artista quiere inculcar, el de «ver la danza y la música como forma de vida, como yo las vivo».

La Escuela de Danza y Música David Martín abrirá el 14 de abril en el 98 de la Avenida José Ortega y Gasset de la capital.